Venció a Francia 4 a 2 por penales en un partido dramático de principio a fin.

Fue un partidazo de principio hasta las lágrimas de Montiel que pateó el último penal para darle el título a la albiceleste que venció por 4 a 2 en penales tras empatar a 3 tantos durante el desarrollo del compromiso en Qatar.

Se jugaban la final del mundo para los argentinos, que se fueron con todo ante una Francia prácticamente impávida, lenta y sin reacción.

Di María complicó mucho a Koundé, y en su sector se inventó un penal inexistente que el juez polaco, torpemente, cobró y que Messi cambió por gol.

Después sobre los 30′ una contra tras un horrible saque lateral francés, para que aprovechara un jugadón de Messi para que Di María definiera el 2 a 0. Simple y efectivo.

Deschamps sacó a Giroud y a Dembelé casi terminando el primer tiempo, ambos de bajísimo nivel.

En la segunda parte se mantuvo la tónica pero un error en la saga argentina permitió a los 80′ un penal innecesario para que Mbappé marcara el descuento, que un minuto más tarde emparejó las cosas a 2 tantos.

Con esto se fue el pleito al alargue, sin mucha acción en el primer lapso extra, pero en el segundo, la calidad de Messi, quien ya se puede retirar tranquilo, cedió para Martínez que definió mal pero el mismo Lionel se encargó de meterla adentro, 3 a 2 a los 110′.

Pero a 3 minutos del final, otro penal innecesario y Mbappé estiró el suspenso a 3 tantos, fin y a los penales.

Ahí, Argentina se sabía que era fuerte, Messi, Dybala, Paredes y Montiel marcaron y le dieron esa veleidosa copa del mundo que tanto quería su mejor jugador, mientras que Mbappé y Kolo Mouani anotaron para Francia, mientras que Coman y Tchouamení fallaron.