Las mascotas, consideradas miembros de las familias latinoamericanas, están revolucionando diversas industrias. En países de la región, entre el 65% y el 80% de los hogares conviven con al menos una mascota, impulsando cambios significativos en sectores como la gastronomía, los complejos habitacionales y, especialmente, el turismo.

Desde 2019, la demanda de vuelos con animales ha crecido más del 600%, superando las cifras previas a la pandemia. Esta tendencia representa un desafío para aerolíneas, aeropuertos y proveedores turísticos, que deben garantizar la comodidad y seguridad de las mascotas durante el viaje.

Algunos hoteles, como los Residence Inn by Marriot en Cancún, Playa del Carmen y Mérida, se destacan como pioneros en el modelo pet-friendly. Estas propiedades, diseñadas para largas estancias, ofrecen comodidades como cocinas, lavanderías y servicios personalizados para mascotas, asegurando que los huéspedes disfruten de una estadía óptima junto a sus peludos compañeros. Estos establecimientos han adoptado servicios especializados, que incluyen juguetes, camas especiales, plazas de juego, áreas designadas para baños, cuidadores, paseadores y atención veterinaria.

Agencias de viajes de toda Latinoamérica confirman que muchas familias buscan opciones para viajar con sus mascotas, pero sólo concretan sus planes cuando se garantiza una buena experiencia tanto en el vuelo como en el destino. Esto subraya la importancia de desarrollar una oferta integral que contemple las necesidades de las mascotas, asegurando que disfruten unas vacaciones tanto como sus dueños.

El modelo pet-friendly no sólo responde a una moda, sino a un cambio cultural que integra a las mascotas en todas las facetas de la vida, incluyendo el turismo. La industria sigue adaptándose para cumplir con las expectativas de los viajeros modernos, consolidando esta tendencia como un estándar del sector.