Publicado por: Claudio Nuñez | viernes 13 de septiembre de 2019 | Publicado a las: 10:49
No es necesario endeudarse para poder celebrar, por lo que se debe privilegiar panoramas que no exijan un gran gasto, por ello es necesario insistir en evitar los excesos. Terminemos con esa imagen obligada con disfraz de criollismo, con los cientos de borrachos gritando “viva Chile” y otros tantos avivando la cueca. Más que un sentimiento de chilenidad, es una lamentable radiografía cultural.
Septiembre es sinónimo de compartir con los amigos y la familia, sin embargo, en ocasiones olvidamos el sentido de este festejo, pasando a ser un mes de gastos, solicitudes de préstamos y endeudamiento, lo que se ve agravado por la falta de cultura financiera.
Una de las preocupaciones de las autoridades y expertos en la economía nacional, es que el 60% se sobreendeudada. En otras palabras, gastamos más de lo que percibimos mensualmente. Entonces, eso tenemos que controlarlo y reflexionar, que quienes nos invitan a disfrutar de las fiestas con sus préstamos bancarios, no están interesados en nuestra situación económica, por el contrario: su interés es que gastemos más allá de nuestros límites porque su negocio es prestar dinero a veces, con altos intereses.
La organización de las finanzas personales, es una tarea que requiere tiempo y método. Consideremos además que implica generar hábitos, los que pueden ir desde el simple uso de una libreta para anotar los ingresos y los gastos, hasta elaboradas hojas de cálculo.
Los profesionales nos dicen que la receta para evitar el sobre endeudamiento es realizar un balance del dinero con el que se cuenta, fijando sus objetivos en forma real y coherente. Estamos en una época en la que los trabajadores reciben aguinaldo, el que podría destinarse a pagar alguna deuda, que tal vez ocasiona un estrés psicológico.
Al recibir su aguinaldo, puede elaborar un presupuesto, lo que le ayudará a tener un control sobre lo que puede gastar. Haga una lista de todas las compras que debe hacer, sin importar qué tan pequeñas sean y así identificar sus hábitos de gastos. Por favor, evite el contagio con la vorágine de gastos y excesos en estas fiestas cuando enfrente la irrefrenable tendencia a gastar, recuerde que hay que vivir el resto del mes y que el sueldo de octubre está lejos.
En todas las grandes ciudades, la preocupación de las autoridades y de Carabineros, es cómo enfrentar la congestión de nuestras rutas y caminos, luego de la salida de miles de vehículos hacia lugares de esparcimiento y descanso y ello significará congestión, donde muchos conductores se ven enfrentados a horas de espera. Desde allí a estados de ira y rabia, hay solo un paso y con ello, el peligro de situaciones de extrema violencia e incidentes que pueden alterar la paz y la armonía familiar.
A veces lo simple es igual de entretenido. No es necesario endeudarse para poder celebrar, por lo que se debe privilegiar panoramas que no exijan un gran gasto, por ello es necesario insistir en evitar los excesos. Terminemos con esa imagen obligada con disfraz de criollismo, con los cientos de borrachos gritando “viva Chile” y otros tantos avivando la cueca. Más que un sentimiento de chilenidad, es una lamentable radiografía cultural.
Algunos historiadores han tratado de explicar el por qué en nuestro país las Fiestas Patrias -celebración que nace como un acto político, que recuerda a la Primera Junta Nacional de Gobierno y que ensalza la grandeza del mundo militar- se constituye como el reemplazo obligado a esa espiral de derroche; lo cierto es que ninguna de esas razones justifica la pérdida masiva de todo sentido común.