En este segundo proceso constitucional en el cual se encontraron con el triunfo de consejeros constitucionales la mayoría para el Partido Republicano sumado a Chile Vamos les entregaba el poder para realizar una nueva constitución con una izquierda muy disminuida en consejeros. Pero con el paso de los meses y lo que se fue conociendo de lo que se realizaba en la nueva carta magna el rechazo comenzó a aumentar (el peligro verbal con el aborto, las contribuciones, entre otros temas) y las encuestas comenzaron a marcar tendencia en relación a este rechazo al segundo proceso. La opción “En Contra” finalmente se impuso por varios puntos de diferencia, y esta es la segunda vez que nadie se pudo poner de acuerdo para armar una nueva constitución, porque los maximalismos del 2022 desde aquella extrema izquierda y ahora con los maximalismos del 2023 donde la ultraderecha en conjunto con la derecha tradicional quiso, con sus consejeros, buscar imponer sus términos como si fuera un programa de gobierno termina con un fracaso brutal, porque lo que se quería efectivamente era una Carta Magna nueva, pero los extremos impusieron sus líneas en los dos procesos. ¿El gran perdedor? Tiene nombre y apellido, y es el Partido Republicano. ¿Los grandes ganadores? El Oficialismo y parte de la derecha que se descolgó de este proceso. Bonus track de perdedores: la clase política ante la opinión pública.

Cuando las diversas encuestadoras nacionales (CEP, Cadem, Criteria, Mori, entre otras) marcaban una “tendencia”, ojo, decimos tendencia y también proyección de que la opción “En Contra” ganaría por 10 a 20 puntos por sobre la opción “A Favor”, era prácticamente lógico. La opinión pública se percató de que los temas fundamentales para la ciudadanía, los temas urgentes no estaban en aquella base que estaban creando los consejeros de este segundo proceso. Y las alarmas se dieron a conocer con una de las normas relacionadas a las contribuciones y el peligro que podía causar la posible derogación del aborto en 3 causales.

¿Fueron argumentos suficientes para que el texto realizado por este segundo consejo constitucional se marcara la tendencia, otra vez, la del rechazo? Fue una de las tantas razones. Además de que, muchas de las normas de la propuesta constitucional tenían símil a un programa de gobierno de extrema derecha, pero también había otra, el agotamiento electoral.

Chile es un país de centro, a veces de centroizquierda, como de centroderecha. En ambos procesos quedó demostrados que los maximalismos, los extremos, tanto de derecha como de izquierda, no van con este país. Quedó demostrado que ahora la discusión de una Nueva Constitución se cierra hasta nuevo aviso. Si bien es un país diverso, las prioridades son otras en la actualidad, y una Carta Magna nueva tal vez no sea el momento. Pudo haber sido el anteproyecto realizado por los expertos porque daba la fuerza directa al Congreso podía hacer los cambios a la Constitución del 80’, que, por el momento, tal vez se diga que es la ganadora, por ahora.

Los resultados y proyecciones que entregaban las encuestas, aunque para muchos son cuestionables por sus metodologías, en cuando a tendencias y proyección, no se equivocaron. Eso es innegable, puede que entreguen números errados, pero en cuanto a proyección y tendencia fueron muy claros. Una vez más las encuestas no fallaron.

Para La Araucanía, es conocido que el dominio de la actual oposición, la derecha, es amplia y una vez más se demostró el triunfo de esta, el A Favor imponiéndose por sobre el En Contra (53,43% vs 46,57%) y a nivel país fue, junto a la región del Maule y el Ñuble, que ganó esta opción. Como botón de muestra, en Temuco, ganó esta opción de manera muy ajustada (50,09% vs 49,91)

No es que la Constitución del 80’ se vaya a perpetuar, en algún momento, esta discusión va a volver a sentarse nuevamente, el tema es que las prioridades son otras y en este caso, los cambios tienen que ver en especial con la materia de seguridad, salud, pensiones, que son materias en las cuales no sólo el actual gobierno debe hacerse cargo, aquí también tiene que entender la misma derecha hacer este mea culpa por la derrota de la opción que siguieron, especulaban que si el A Favor ganaba sería el fin del gobierno, entre otros dichos.

Nadie ganó, porque los grandes perdedores es la ciudadanía y un país que, a nivel mundial, por segunda vez, no se pudo poner de acuerdo para aprobar una Nueva Constitución. Los derrotados son la clase política, pero hay un derrotado en particular que tiene nombre y apellido: el Partido Republicano. Y lo decimos porque ellos tuvieron la manija en este segundo proceso, una manija que terminó siendo maximalista, con un programa propio, tomándose de este proceso con gustitos ideológicos propios. No aprendieron del proceso anterior, porque al igual que el año pasado con la extrema izquierda liderando y dándose gustitos absurdos personales, terminó en derrota. Hoy el PR tuvo este resultado. Son los grandes derrotados a nivel nacional, más allá de los discursos que puedan entregar, son los derrotados en este proceso.

Estaba escrito, se veía venir.