En estas elecciones a la alcaldía se aprestaban complejas para el actual edil Roberto Neira porque a pocas semanas se había presentado una supuesta acusación y vínculo con la CAM por parte de la oposición, algo que terminó sorteando con creces y sin despeinarse porque logró triplicar su votación anterior, que fueron 31 mil votos en 2021, llegando a pasar los 90 mil y sacar más del 50%. Esto habla de que en la política no todo vale y menos las pequeñas peleas para incidir una elección, porque la reelección de Neira terminó siendo contundente al final del día.

En una elección marcada por el protagonismo ciudadano, Roberto Neira ha sido reelecto como alcalde de Temuco con un contundente respaldo de más de 90 mil votos, alcanzando el 52,90% del total. Este resultado no solo representa una victoria personal para Neira, sino también una reafirmación de un modelo de gestión basado en la cercanía y el trabajo en terreno, factores que él mismo definió como clave para su triunfo.

Con más del 92,93% de las mesas escrutadas, la votación municipal reveló un panorama claro: Neira logró superar a sus rivales de la derecha, Pedro Durán de Chile Vamos, quien obtuvo el 36,91% de los votos, y Jorge Sepúlveda del Partido Social Cristiano, quien apenas alcanzó un 10,19%. El alcalde reelecto celebró el resultado como un triunfo «de los ciudadanos y ciudadanas de a pie», destacando a las personas que se encuentran en la base social, como las juntas de vecinos y los comités de seguridad, quienes han sido parte activa de su gestión.

La campaña de Neira se caracterizó por un mensaje de unidad y un enfoque transversal, evitando caer en las divisiones políticas que, según él, «más nos dividen que nos unen». Su discurso al conocer los resultados reflejó una mezcla de humildad y optimismo, reiterando la necesidad de pensar en el Temuco de los 150 años, una visión de futuro que guiará su segundo mandato.

La clave del éxito de Neira ha residido en su capacidad para llegar a todos los sectores de Temuco, con una distribución equitativa del presupuesto y un esfuerzo sostenido por tocar la puerta de cada barrio. La estrategia de priorizar la gestión comunitaria parece haber rendido frutos, logrando un respaldo considerable en sectores tradicionalmente disputados. Esta capacidad de generar confianza, especialmente en una ciudad con una historia política diversa y compleja, marca una diferencia significativa respecto de sus oponentes.

El desafío para el nuevo período de Neira será consolidar los avances obtenidos y profundizar la participación ciudadana, uno de los pilares de su administración. La victoria obtenida se percibe no solo como un respaldo a su figura, sino como un voto de confianza hacia un proyecto que busca cohesionar una ciudad con miras a un desarrollo más inclusivo y participativo. En un contexto político a menudo fragmentado, el mensaje de unidad será esencial para enfrentar los retos que Temuco aún tiene por delante.

Esta reelección es también una señal de que los ciudadanos valoran un liderazgo que escucha, dialoga y actúa en base a las necesidades reales de la gente, más allá de los discursos de campaña. Como ha señalado el propio Neira, este triunfo “es de las personas”, una afirmación que deberá traducirse en acciones concretas para que los próximos cuatro años continúen con la senda de progreso prometida. El futuro de Temuco está en juego, y la ciudadanía ha hablado: quiere un alcalde que sea de todos y para todos.