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Opinión

Editorial: Contra el covid-19, información

Publicado por: Claudio Nuñez | sábado 11 de abril de 2020 | Publicado a las: 12:38

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Ese mismo aplauso lo queremos extender a esos reporteros y a esos medios, que frente a un virus desconocido y letal, salieron a las calles y oficinas a buscar información de primera mano, para satisfacer a sus lectores, televidentes o radioescuchas- pero que fueron objeto de una monstruosidad: nadie les dijo que la principal vocera estaba contagiada. Ni ella misma.

En estos días trágicos son más que nunca los informadores —como Tiempo21 y otra decena de medios que eufemísticamente llaman alternativos, para esconder el calificativo de pobreza— quienes ejercen como defensores de lectores que reclaman con todo derecho noticias claras, precisas y contrastadas, aunque sean amargas y desalentadoras. Por eso estas líneas son para ellos. Corresponde valorar su trabajo por encima de las críticas que habitualmente se recogen en la llamada redes sociales y con seudónimos. Por el contrario, hoy queremos destacar a algunos y especialmente a sus periodistas y reporteros gráficos, camarógrafos, que frente a la realidad que parece que a ratos nos abruma, han debido quedarse en casa.

Pero, en este sentido, una reciente nota del SSAS, señalaba también, que “miles de vecinos de la región de La Araucanía, respondiendo a una iniciativa impulsada a través de redes sociales, a las 21 horas del domingo 29 de marzo, salieron a las ventanas, balcones, patios y jardines de sus hogares para unirse en un aplauso colectivo en homenaje y agradecimiento a los médicos, enfermeras y trabajadores de la salud que están entregando sus mayores esfuerzos en la primera línea de emergencia para combatir el coronavirus.

El aplauso fue replicando la misma iniciativa realizada por la ciudadanía en diversas ciudades del mundo, que tienen como fin destacar la labor de los trabajadores de la salud, entrega y compromiso con todos los compatriotas que hoy se ven afectados con esta pandemia u otras enfermedades”.

Ese mismo aplauso lo queremos extender a esos reporteros y a esos medios, que frente a un virus desconocido y letal, salieron a las calles y oficinas a buscar información de primera mano, para satisfacer a sus lectores, televidentes o radioescuchas- pero que fueron objeto de una monstruosidad: nadie les dijo que la principal vocera estaba contagiada. Ni ella misma.

Todos ellos debieron quedarse en sus casas, a la espera de algún síntoma, dolor o malestar que fuera una señal de la cercanía del demoledor avance del virus.

Una información veraz y completa es un servicio público de primera necesidad. El comentario se repite en esta triste temporada y son los periodistas los que mantienen ese servicio en condiciones complicadas y hasta arriesgadas.

En un tiempo en que la ciudadanía reacciona para agradecer la labor de los medios informativos, deben saber que hombres y mujeres con cámaras, grabadores y la verdad como únicas herramientas de trabajo, para informar no solo de la progresión de la enfermedad en un endeble sistema de salud pública, pero con sólidos profesionales dispuestos al sacrificio, luchan para salvar vidas.

Por su parte, los trabajadores de los medios de comunicación regionales no sólo buscan las informaciones relacionadas con salud, sino también en sus pautas se pesquisa información acerca de medios de abastecimiento de alimentación, medicamentos, transporte, asistencia médica y todo lo que una comunidad requiere.

Es un enorme desafío porque lo importante en una crisis es informar lo básico a la población, pero nadie le garantiza a esos medios y a esos trabajadores lo mínimo para funcionar y cumplir con su función: respeto por su condición humana y respeto por el trabajo.

Hasta el día de hoy, nadie, ninguna autoridad regional o nacional, ha entregado un público reconocimiento y tampoco una modesta disculpa, aunque sea dicha en voz baja y en sordina. Por el contrario. El ministro de la cartera en nuestras propias barbas, vino a señalar que no hubo dolo, sino un error.

A esos medios y a estos colegas y en especial, a nuestro querido Alex Flores Brauer, que una vez más hace gala de su energía en una cama de hospital, pedimos que no claudiquen y sigan el ejemplo de sus colegas de Salud. A todos les demos decimos que no se queden en el camino, que no dejen de reportear e informar, porque la mejor forma de luchar contra este virus maldito, es el antídoto que todos podemos aportar: información.

Cuando desde esferas centralistas nos inundan 20 horas al día, con la danza de millones de dólares que se destinan para luchar contra el covid-19, debemos tener la cabeza fría y mantener la serenidad, porque ningún dólar de esas sumas siderales llegarán a los medios regionales y locales, porque serán destinados a las grandes cadenas nacionales, a las que le cobrarán después cuando llegue el momento de las campañas políticas.

En medio de esa danza millonaria, aplaudamos a la primera línea que lucha contra la muerte, los funcionarios de salud, que deben esperar que personas privadas de libertad les confeccionen mascarillas y protectores faciales para su titánico compromiso de salvar vidas.

Sin embargo, en nuestras casillas electrónicas nos inundad con informaciones, datos y fotos de ministerios, servicios públicos y de parlamentarios, explicando que la lucha es un éxito, que la administración del país está cada día mejor para derrotar el coronavirus y que países y autoridades más acá o más allá, admiran el modelo sanitario.

Seamos prudentes. No conminamos a ser valientes porque siempre lo han sido. A veces son los intereses políticos y de los medios los que ponen freno, dudas y silencios a la labor periodística y eso digámoslo de frente y sin ponernos colorados. Invitamos a la prudencia por cuestiones de forma especialmente en el reporteo. Hoy, que los puntos de prensa se han transformado en plataformas de egos y de carreras políticas, debemos ser cautos hasta en lo sanitario, para no repetir experiencias que no solo a los profesionales acongojan, sino a nuestros queridos entornos familiares.

 

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