Publicado por: Claudio Nuñez | viernes 1 de abril de 2022 | Publicado a las: 16:33
Este sábado 2 de abril, se vivirá un nuevo cambio de hora en gran parte del territorio nacional. Cuando sean las 00:00 horas, se dará paso al horario de invierno 2022 retrasándose los relojes en una hora.
La modificación se deberá realizar en el territorio continental e insular de Chile (Rapa Nui y Archipiélago de Juan Fernández), excluyendo la región de Magallanes y la Antártica Chilena, la cual mantendrá su horario sin modificaciones.
El retroceso de una hora puede provocar potencialmente desajustes transitorios en los comportamientos y rutinas de las personas. Para el investigador y académico de la Universidad Autónoma de Chile en Temuco, Eduardo Sandoval Obando, el cambio podría afectar “la toma de decisiones, la planificación de la rutina diaria, la memoria. También el estado de ánimo, con mayor irritabilidad, cansancio y fatiga. Además, puede alterar nuestros patrones de alimentación”.
Uno de los puntos más importantes de este cambio tiene relación con el sueño. Sandoval indica, “una persona en promedio debe dormir 8 horas diarias. Como consecuencia de la pandemia, 2 de cada 5 personas han reportado alteraciones en sus patrones de sueño, lo que significa que este cambio podría afectar aún más ese trastorno y aumentar de la somnolencia”
Sandoval entrega algunas recomendaciones. “Se debe aumentar la exposición a la luz natural, mínimo 10 a 20 minutos diarios. Realizar ejercicio, idealmente en las mañanas o durante las primeras horas de la tarde. Tener una rutina de horario fijo para dormir y levantarse. Evitar la exposición a pantallas (celular o computadores) antes de acostarse y que la última comida sea 2 a 3 horas antes de ir a descansar”.
Para el investigador del Instituto Iberoamericano de Desarrollo Sostenible (IIDS) de la Autónoma, “el horario de invierno es el que mejor se adapta a los chilenos. Este cambio, según los estudios, es el más funcional porque es más coherente con las condiciones geográficas y estacionales del país. Dormimos una hora extra y esto favorece a múltiples procesos para el organismo”.
Pese a los inconvenientes que estas modificaciones pudieran traer, Sandoval explica que el ser humano se sobrepone rápidamente. “Las personas en condiciones normales se adaptan a este cambio de horario entre las 24 a las 96 horas”.