La desaceleración económica ha llenado las planas de los medios escritos y técnicos en relación con cuáles serán los efectos que esta tendrá en las economías domésticas y en especial en la Región de la Araucanía.

Muchos se apresuraron en responsabilizar la política económica y las reformas del Gobierno, manifestando que la incertidumbre era el foco central de la desaceleración de la economía nacional. Con el pasar de los meses y la intervención de economistas de destacada trayectoria, sumado a los informes del Banco Central de Chile, dieron cuenta de que la desaceleración económica era un fenómeno mundial, que impactaba a la economía mundial, sus potencias y en especial a la región.

En un escenario tan dificultoso, desde el punto de vista de la productividad surgieron dudas en torno a la recaudación Fiscal. Una baja actividad económica podría traer consigo un retraso o el no pago de impuestos fiscales y territoriales. Esta situación debilitaría las arcas fiscales y consigo el financiamiento de los programas sociales del Estado.

Resulta entonces contradictorio que dada la desaceleración de la economía nacional, la región de la Araucanía, de acuerdo a datos entregados por el INE, se presente dentro de las cuatro regiones que han aumentado su productividad en el último cuatrimestre. Lo anterior sumado al bajo impacto que ha tenido la baja productividad en el empleo. En palabras simples la Araucanía sigue produciendo a un buen nivel, manteniendo los puestos de trabajo y generando empleo. (INE).

En cuanto a la recaudación fiscal en la Araucanía, esta ha mostrado un comportamiento diferenciado en relación con la desaceleración económica. A diciembre de 2015 el monto recaudado por la Tesorería General de la República en la Araucanía ha superado los US$ 12 millones.

La interrogante que surge entonces es, ¿qué ha permitido que la desaceleración económica no impacte con tanta magnitud a la Araucanía como lo fue en la crisis Asiática (año 1998) y la crisis subprime (año 2008)?. La respuesta debe considerar un análisis de multivariables. Hoy abordaré la variable vinculada con la inversión pública. Esta última se incrementó en el año 2015, favoreciendo la actividad económica regional.

La convocatoria a los personeros públicos y privados es entonces a permanecer alertas, buscando acuerdos públicos privados que permitan aumentar la inversión, optimizar la productividad y mejorar la empleabilidad en la región, considerando que el año 2016 el presupuesto Fiscal aprobado ha experimentado una contracción del gasto producto del escenario internacional.

El que se mejoren las condiciones de la economía nacional y regional también depende de las expectativas de los agentes económicos. Por lo anterior el pensar positivo y pensar que en el futuro las condiciones económicas serán más favorables, apoyarán el aumento en el consumo y por ende transmitirá a los productores un mejor escenario para los próximos meses.

2015 se despide dejando muchos aprendizajes para los actores políticos, sociales y económicos. Como buenos estudiantes, los aprendizajes nos sirven para poner en práctica lo aprendido y mejorar el estado de las cosas. Bienvenido año 2016.