Además de enfrentar el cargo de asesinato premeditado, del cual se ha declarado no culpable, Daniel Sancho, de 29 años, también está acusado de ocultar el cuerpo tras el descuartizamiento, delito que ha admitido y que podría resultar en hasta un año de cárcel.
A pesar de estar en prisión provisional desde el 7 de agosto pasado y haber confesado inicialmente el crimen, Sancho se encuentra en buen estado de ánimo y está ansioso por que comience el juicio, programado entre el 9 de abril y el 3 de mayo en un tribunal de Samui – (Tailandia).
Sancho está ansioso por enfrentar el juicio y poder aclarar lo sucedido, expresó: “(Me siento) con ganas de afrontarlo, de que por fin se me escuche y poder aclarar las distorsiones, los malentendidos y todas las mentiras que se han dicho”.
Después de dos meses de investigación policial, la Fiscalía afirmó que Sancho “había planeado el asesinato” y que empleó “la violencia” para matar a Arrieta, pero que no se sabía cómo lo había hecho.
Sancho reiteró su objetivo en el juicio de demostrar que actuó en defensa propia, afirmando: “Mi objetivo en el juicio es demostrar que fue en defensa propia. Voy a demostrar lo que realmente pasó”.