Para muchas personas, la mascota es considerada un miembro más de la familia, con quien se han compartido años de convivencia, su ausencia deja un vacío emocional importante y puede ser uno de los momentos más tristes y difíciles.

En ocasiones, este duelo puede ser incomprendido por aquellos que no comparten la misma conexión con los animales, lo que puede añadir un sentimiento de soledad y falta de apoyo en el proceso de duelo.

Es importante permitirse sentir y expresar las emociones que surgen ante la pérdida de la mascota. Hablar sobre los sentimientos con amigos, familiares o incluso con un profesional puede ser de gran ayuda para procesar el duelo. Además, recordar los momentos felices compartidos con la mascota y crear un tributo en su honor puede ser reconfortante y ayudar en el proceso de despedida.

El vínculo que se crea con las mascotas a lo largo del tiempo es profundo, y su partida puede generar un dolor similar al que se experimenta por la pérdida de un ser humano querido.

La profunda relación de cariño y protección que se establece con perros, gatos y otras mascotas hace que su pérdida desencadene las mismas fases del duelo que se experimentan ante la muerte de un ser humano cercano: negación, ira, depresión y aceptación.

En el caso de la negación, puede resultar difícil aceptar que la mascota ha fallecido. La persona puede experimentar la sensación de que la mascota aún está presente o esperar su regreso.

La fase de ira puede manifestarse como enojo o frustración, a veces dirigida hacia uno mismo, por no haber podido evitar la muerte de la mascota o por no haber hecho más para salvarla.

La fase de depresión se caracteriza por una profunda sensación de tristeza y un vacío emocional. La persona puede sentir la pérdida de su mascota de manera intensa y experimentar un período de duelo prolongado.

Finalmente, la aceptación llega a medida que pasa el tiempo para muchas personas. Esto no significa que se haya olvidado a la mascota, sino que se ha integrado la pérdida en la vida cotidiana.

Estas emociones son normales en el proceso de duelo y es importante permitirse sentir y expresarlas para poder avanzar hacia la aceptación de la pérdida.

Aquí te dejamos algunos consejos sobre cómo afrontar el duelo por la pérdida de una mascota, junto con recomendaciones sobre cuándo buscar ayuda profesional.

1. Reconoce tus sentimientos: Es normal sentir tristeza, soledad, enojo o culpa tras la pérdida de una mascota. Permítete sentir y expresar tus emociones.
2. Comparte tu dolor: Habla con amigos y familiares sobre tu mascota y tu dolor. Busca apoyo en personas que comprendan tu vínculo con ella.
3. Crea un tributo: Realizar un funeral o ceremonia en honor a tu mascota puede ayudarte a despedirte y a recordar los buenos momentos juntos.
4. Mantén rutinas: Intenta mantener tus rutinas diarias, como salir a caminar o hacer ejercicio. La actividad física puede ayudar a aliviar el estrés y la tristeza.
5. Conserva recuerdos: Guarda fotografías, juguetes u otros objetos que te recuerden a tu mascota. Puedes crear un álbum o un lugar especial en tu hogar para honrar su memoria.
6. Busca apoyo profesional: Si sientes que tu duelo es abrumador o interfiere con tu vida diaria, considera hablar con un terapeuta o consejero especializado en duelo por mascotas.

Recuerda que cada persona vive el duelo de manera diferente y no hay un tiempo establecido para superarlo. Permítete sentir y procesar tus emociones a tu propio ritmo.