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¿Cómo funcionan los desodorantes? ¿Es peligroso el aluminio que contienen?

Publicado por: Karina Pavez | jueves 11 de junio de 2015 | Publicado a las: 22:29

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Vivimos en una sociedad que no acepta los olores desagradables que se desprenden de manera natural por el cuerpo. Todos deseamos oler bien pues lo contrario genera rechazo. De ahí que el uso de desodorantes y fragancias constituya hoy en día algo habitual y haya pasado a formar parte de nuestra rutina diaria de higiene. Pero, ¿por qué el sudor huele tan mal?, ¿qué es lo que provoca el mal olor?

Aunque resulte sorprendente, el sudor es un líquido que en principio es inodoro. Está formado en su mayoría por agua y en una pequeña parte por iones inorgánicos (principalmente sodio y cloro), lactato, urea, amoníaco, aminoácidos, proteínas y compuestos orgánicos como glucosa, histamina y prostaglandinas [1].También se excretan a través del sudor metales pesados y algunos fármacos, u otras sustancias como esteroides andrógenos [2]. Pues bien, el mal olor resulta de la degradación del sudor por las bacterias que pueblan la superficie de la piel, las cuales sienten predilección por zonas húmedas y cálidas del cuerpo como son las axilas. La principal sustancia causante del mal olor es un ácido llamado ácido (E)-3-metil-2-hexenoico [3].

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Para combatir el mal olor en las axilas recurrimos al uso de lo que llamamos comúnmente como desodorantes. Suele hacerse distinción entre desodorante y antitranspirante. El primero actúa sobre el sudor, enmascarando el mal olor o evitando la proliferación de bacterias; mientras que los segundos actúan haciendo que el sudor no llegue a la superficie de la piel. Estos productos llevan en su etiquetado diversas sustancias químicas que cumplen diferentes funciones.

Sin duda, la sustancia química más controvertida es el aluminio por sus posibles implicaciones en la salud humana. Son muchos los compuestos con aluminio que pueden ser empleados. En la etiqueta podemos leer por ejemplo

aluminum zinc oxide, aluminum zirconium octachlorohydrate, aluminum citrate, aluminum chloride, aluminum acetate, etc. [4]
El más usado es el aluminum chlorohydrate en la forma de pentahidroxicloruro de dialuminio (Al2Cl(OH)5), una sal que se permite sin restricciones en la Unión Europea [5] y que en EE.UU. debe ser utilizada en concentraciones de hasta un 25% [6].

El aluminio es el principio activo de la mayoría de antitranspirantes del mercado porque es altamente efectivo para evitar que el sudor salga a la superficie. Se han formulado varias teorías que explican esta eficaz acción antitranspirante. Una de ellas, ampliamente aceptada, es que el aluminio actúa formando un gel de hidróxido dentro del conducto de la glándula sudorípara, obstruyendo así la salida del sudor. clip_image004Las glándulas sudoríparas se llenan entonces de una masa densa, que se concentra sobre todo en la capa córnea o capa más externa de la epidermis, pero que también se ha visto que puede alcanzar el nivel del estrato granuloso, que es otra capa de la epidermis que se encuentra por debajo de aquélla [7].

Posibles efectos nocivos
En cuanto a los efectos perjudiciales que puede tener el aluminio para la salud, se ha especulado con su implicación en enfermedades como el cáncer de mama, la osteoporosis o la enfermedad de Alzheimer. Me he centrado en investigar la relación con el cáncer de mama, cuestión sobre la que existe una gran controversia.

Por un lado, los organismos oficiales niegan esa relación. La FDA (Administración de Medicamentos y Alimentos) de EE.UU. encuentra que no hay suficiente evidencia para vincular el uso de antitranspirantes y el cáncer de mama o enfermedad de Alzheimer [6]. La Unión Europea adopta la misma postura al considerar al clorhidrato de aluminio como sustancia no prohibida ni sometida a restricciones en cuanto a su concentración. [8]. Por otro lado, algunos estudios que se han realizado no son tan contundentes en sus conclusiones, ya que encuentran indicios de que el aluminio puede ser tóxico y recomiendan llevar a cabo más investigación para corroborarlo. También hay investigaciones que no hallan tales motivos de preocupación. Por tanto, las conclusiones a las que se llega en los diferentes estudios no siempre son las mismas.

clip_image006¿Qué es lo que dicen estos estudios? En algunos se ha visto que la frecuencia del cáncer de mama en el cuadrante superior externo, que es la región de la mama donde se localiza la mayoría de los cánceres, ha ido aumentando a lo largo del tiempo pasando incluso de un 38 a un 54% [9]. Dado que esta zona es la más cercana a la axila, se especula con la posible implicación de los productos antitranspirantes. Otro argumento a favor de la relación antitranspirante-cáncer se basa en el hecho de que el aluminio tiene propiedades estrogénicas, y se sabe que muchos tumores mamarios están causados por estrógenos, hormonas sexuales principalmente femeninas. En un estudio se expone que el clorhidrato de aluminio y el cloruro de aluminio pueden interferir con la acción estrogénica, añadiéndose que sería importante investigar si su absorción a largo plazo podría desempeñar un papel en el aumento de la incidencia del cáncer de mama [10].

El aluminio, bajo sospecha
Estudios que han analizado el uso del antitranspirante/desodorante en general, sin centrarse exclusivamente en el aluminio, presentan conclusiones contradictorias aunque son más los que no encuentran peligroso el uso del antitranspirante. En un estudio llevado a cabo en el 2002 se analizaron datos de 813 mujeres con cáncer y 793 sin cáncer, sin que se observara correlación entre el uso de antitranspirantes-desodorantes y un riesgo en el aumento en el cáncer de mama [11]. En otro estudio del 2006 tampoco se encontró ningún vínculo tras evaluar 54 casos de cáncer y 50 controles.

Sin embargo, sí se encontró una asociación con la historia familiar y los anticonceptivos orales [12]. Hallazgos en el mismo sentido se encontraron en un estudio del 2008, en el que un grupo de expertos en oncología llevó a cabo un análisis de la literatura científica disponible concluyendo que no hay evidencia científica que apoye la hipótesis de que los desodorantes aumentan el riesgo de cáncer de mama [13]. En sentido contrario un estudio realizado en el 2003, que consistió en entrevistar a 437 mujeres diagnosticadas con cáncer de mama. El uso del desodorante a edades más tempranas y con mayor frecuencia se asoció con un diagnóstico a edades más tempranas del cáncer de mama [14].

Estudios más recientes centrados en el aluminio ven indicios de que puede causar daños en la salud. En un estudio del 2011 se analizó el aluminio en el líquido del conducto mamario (donde comienzan la mayoría de los cánceres) de 16 mujeres sin cáncer y 19 con cáncer. El resultado fue que los niveles medios de aluminio fueron significativamente más altos en mujeres con cáncer. Como hipótesis a estos altos niveles los investigadores proponen como causa el uso de antitranspirantes, o bien, que el aluminio tenga preferencia por acumularse en el tejido mamario [15]. Otro estudio reporta que la exposición al cloruro de aluminio a largo plazo y a concentraciones mucho más bajas que las que llevan los antitranspirantes, induce cambios en células epiteliales mamarias normales al actuar el aluminio como un oncogen activado. Concluyen diciendo que los resultados obtenidos desafían la seguridad del uso generalizado del aluminio en antitranspirantes [16]. Por otro lado, el aluminio ha sido relacionado con la formación de quistes mamarios al encontrarse elevados niveles del metal en el líquido de quistes mamarios, sugiriéndose así un posible papel de los antitranspirantes en su formación [17].

Leyendo todos estos estudios pueden surgir dudas acerca de la seguridad del aluminio como ingrediente en productos cosméticos por lo que, en mi opinión, se hace necesario que se realicen muchas más investigaciones.

Formulaciones sin aluminio
Siguiendo con las sustancias que contienen los desodorantes, hay algunas que se utilizan para reducir o eliminar el mal olor sin tener que obstruir el flujo de sudor. Es el caso de los agentes bactericidas, que actúan sobre los microorganismos reduciéndolos total o parcialmente, y de los agentes bacteriostáticos que lo que hacen es evitar su proliferación. De esta manera se intenta que el sudor no se degrade y, por lo tanto, que no se formen las sustancias volátiles responsables del mal olor. Dentro de esta clasificación es común el uso del triclosán, un potente agente antibacteriano en dosis altas y bacteriostático en dosis más bajas. Se permite una concentración máxima del 0,3% en la legislación europea. Con el mismo objetivo se encuentran el farnesol, triclocarbán y aceites esenciales como los de romero, eucalipto o tomillo [18].

Otra forma de combatir el mal olor no tiene en cuenta las bacterias sino las reacciones enzimáticas que hacen que se produzcan las sustancias de olor desagradable. En esta categoría están por ejemplo el BHT, BHA, tocoferol o ácido ascórbico, y lo que hacen es inhibir esas reacciones. Otros ingredientes hacen que los gases cargados con olores se fijen a ellos y queden atrapados de manera irreversible. Es el caso del ricinoleato de zinc que puede fijar químicamente a sustancias orgánicas de intenso olor. Por último, las sustancias menos eficaces de todas son las enmascarantes, que mediante fragancias o perfumes enmascaran el olor, ya que al ser más volátiles estimulan más rápidamente los receptores olfativos [18].

Referencias

Dermatología en medicina general. Thomas B. Fitzpatrick. (Pag 717)
Steroid analysis of human apocrine secretion
Química: motor de la socidad. Desodorantes y antitranspirantes (Pag 1)
Inventario de ingredientes cosméticos. Decisión de la Comisión de 8 de mayo de 1996
Ficha del ingrediente clorhidrato de aluminio de la Comisión Europea
Normativa antitranspirantes FDA
The mechanism of antiperspirant action by aluminum salts. II. Histological observations of human eccrine sweat glands. Richard Quatrale.
Nota informativa sobre clorhidrato de aluminio de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS)
Recorded quadrant incidence of female breast cancer in Great Britain suggests a disproportionate increase in the upper outer quadrant of the breast
Aluminium, antiperspirants and breast cancer
Antiperspirant use and the risk of breast cancer
Antiperspirant use as a risk factor for breast cancer in Iraq
The use of deodorants/antiperspirants does not constitute a risk factor for breast cancer
An earlier age of breast cancer diagnosis related to more frequent use of antiperspirants/deodorants and underarm shaving
Analysis of aluminium content and iron homeostasis in nipple aspirate fluids from healthy women and breast cancer-affected patients
Aluminium chloride promotes anchorage-independent growth in human mammary epithelial cells
Concentration of aluminium in breast cyst fluids collected from women affected by gross cystic breast disease
Desodorantes y antitranspirantes. Antonieta Garrote y Ramón Bonet

Por Oliva Peña Rivas

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