Publicado por: Claudio Nuñez | domingo 12 de marzo de 2023 | Publicado a las: 09:08
Para el abogado laboralista y militante de Convergencia Social “esta nueva oportunidad que nos damos como país debemos aprovecharla y concluir el año 2023 con una Constitución que reconozca, revalorice y garantice los derechos esenciales para que cada habitante en nuestro país se desarrolle de forma digna durante toda su vida.
En ese sentido es necesario terminar legalmente con la Constitución del ‘80, reemplazando el principio de subsidiariedad, en tanto significa la mercantilización de los derechos sociales y culturales, por la consagración del principio de la solidaridad”.
“La Constitución actual está muerta social y políticamente, aquello se puede observar con el resultado categórico del plebiscito de entrada del año 2020, en que la ciudadanía decidió mayoritariamente cambiar la Constitución”.
“En nosotros está el desafío de proponer mejoras que repercutan directamente en la calidad de vida de las personas, y al menos, de la próxima generación, para motivar a la gente que ya está cabreada de las promesas que nunca llegan”.
El próximo 7 de mayo se desarrollará una elección para elegir a los integrantes del Consejo Constitucional: la región de La Araucanía tendrá cinco representantes en esta nueva instancia, que deberá cumplir funciones en conjunto con la Comisión Experta y el Comité Técnico de Admisibilidad.
Para el ex-seremi del Trabajo y de Justicia, además de ex-gobernador de la Provincia de Cautín, Christian Dulansky Araya, es una preocupación que la ciudadanía nuevamente desestime la propuesta en el plebiscito de diciembre, según sus propias palabras “será difícil que el Congreso habilite un nuevo mecanismo de cambio constitucional”.
¿Qué piensa de la fórmula surgida a partir del Acuerdo por Chile?
Nosotros somos críticos de este Acuerdo, de la existencia de “bordes” o “límites”, o del rol de la Comisión Experta, sin embargo, consideramos que es una obligación ciudadana de quienes participen en el Consejo Constitucional, generar entendimientos y acuerdos para el beneficio de la gente.
Esta instancia tendrá la última palabra, es decir, las personas electas tendrán la responsabilidad de canalizar los sueños y demandas de la ciudadanía, los y las expertas sólo entregarán un marco técnico para el debate constitucional.
¿Cómo se reencanta a la ciudadanía con este nuevo proceso?
Por un lado, necesitamos que las distintas fuerzas y movimientos políticos y sociales busquen no sólo diálogo, sino acuerdos, hoy veo con mucha preocupación que en el Congreso no exista voluntad de parlamentar por el bien del país, lo podemos notar en la obstrucción de la derecha respecto de la reforma tributaria o del show mediático de algunos diputados y senadores que nos recuerdan las tan criticadas formas de la Convención Constitucional, y en lo inmediato, tampoco conocemos las propuestas de la derecha para una Nueva Constitución.
Por otra parte, uno de los aspectos positivos en este proceso es la creación de diversos mecanismos de participación ciudadana, los cuales estarán a cargo de una secretaría de participación dirigida por la Universidad de Chile y la Universidad Católica, además de aquellas Universidades que se sumen colaborativamente. Por tanto, sólo con la participación ciudadana, que se espera sea incidente, se construirá una Constitución verdaderamente democrática y representativa.
Y en lo personal, ¿qué le motivó a ser candidato, después de estos años sin actividad política? ¿Qué opina su familia?
Yo tengo cuatro hijos y el más chiquitito tiene un año y ocho meses. Veo a mi familia reflejada en muchas personas de La Araucanía, y es pensando en ellos, en las generaciones futuras, poder colaborar para que vivan en una sociedad distinta, una mejor, y para que ellos puedan disfrutarla. Asimismo, vengo de una familia donde el rol de mi madre fue preponderante en mi formación política y social.
Por otra parte, mi mujer, mi compañera de vida, además de siempre apoyarme, igualmente lo hizo cuando decidimos que fuera catequista, entonces, nunca he estado alejado de lo político-social, y de la convivencia en comunidad, pero sí de lo mediático que te vuelve el hecho de haber tenido un cargo público.
Además, las personas tienen muchos sueños y muchas urgencias en temas como educación, salud, vivienda o pensiones. En ese sentido, creo que debemos participar de un proceso que concrete esos anhelos y esperanzas.
¿Y en este sentido, cómo convoca al mundo “cristiano”?
Creo que la espiritualidad le hace sentido a las personas y a la sociedad. Como Católico, creo que el ser parte de estas comunidades nos hace conscientes de la realidad social. Los cristianos siempre apelamos al bien común, al vernos reflejados en el prójimo y por tanto hacer el bien.
¿Qué opina del reciente nombramiento del primer obispo de ascendencia Mapuche en la Región, Jorge Concha Cayuqueo?
Creo que esta es una tremenda señal, es decir, el Vaticano, el mismo Papa Francisco tiene los ojos puestos en La Araucanía. No es menor que haya designado a un obispo de ascendencia Mapuche; esto es una oportunidad de diálogo profundo para nuestra Región. Nadie podría desconocer que la Iglesia como institución es parte de esta historia con todo lo que aquello involucra: las propiedades que tiene en el territorio o los atentados incendiarios de los que ha sido víctima, sin ir más lejos, el registrado el último fin de semana en Victoria.
Sin embargo, la Iglesia Católica también ha sido clave para establecer relaciones de diálogo. Recordemos que en el año 2017, en el Informe de la Comisión de Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal, se plantea el reconocimiento de la autodeterminación política, económica y cultural de los pueblos originarios.
¿Cree que la Iglesia logre retomar el rol de mediación en el “tema indígena”?
En asuntos de Estado, en el que están claramente establecidos los poderes públicos, nunca es bueno que las instituciones ajenas a la administración se involucren en la gobernanza, sin embargo, no podemos desconocer el aporte en la sociedad que realizan no sólo la Iglesia Católica, sino también las Evangélicas y Protestantes, por lo que en términos de diálogo, siempre es bienvenido el apoyo de quienes quieran construir. En este sentido, un obispo de ascendencia Mapuche, como don Jorge Concha Cayuqueo genera expectativas, por ende, el obispo tendrá un gran desafío en su gestión.
¿Qué le parece que autoridades ancestrales Mapuche presentaran una petición de arbitraje ante La Haya, dónde solicitan al ex-juez Baltasar Garzón intermediar en el conflicto con el Estado?
Creo que sería muy importante un arbitraje internacional, más allá del prestigio que tenga Baltasar Garzón, pero que exista un tercero imparcial que sea un intermediario para sentar bases de resolución, para que exista un mandato hacia el Estado, más allá de los gobiernos de turno, aunque también existe expectación por el anuncio sobre una “Comisión para la Paz y el Entendimiento” que realizó el Presidente Boric en su visita a la región de La Araucanía.
Pero con los “bordes” del Acuerdo por Chile ya no se podrán establecer en los mismos términos las materias planteadas en la anterior propuesta respecto de los pueblos originarios…
No sólo no se podrá plantear en los mismos términos, sino que también podrá mejorar su contenido, siempre y cuando exista voluntad política. Es totalmente indispensable reconocer los derechos colectivos de los pueblos originarios, el derecho a la salud, educación o vivienda con pertinencia cultural o el establecimiento de escaños reservados, al menos, en el Congreso y Consejos Regionales.
Finalmente, ¿Por qué usted debería ser uno de los consejeros constitucionales?
Porque aspiro a encarnar los sueños y esperanzas de las personas que viven en la región de La Araucanía. Para mí sería un honor contar con la confianza que nos permita llegar al mejor acuerdo para el país y que éste pueda ser pertinente a los tiempos actuales y que las nuevas generaciones puedan evaluar su idoneidad cuando corresponda, consagrando hoy la posibilidad que ellos hagan, con menos dificultades que nosotros, los ajustes a la Constitución en tanto la realidad social y política en que ellos se desarrollen.