Con tantos del Chapa Fuenzalida y Charles Aránguiz, el campeón de América venció al siempre complejo conjunto colombiano con una para de casi dos horas por el pésimo clima que reinaba en Estados Unidos

Chile se metió en la historia, rompiendo todas las dudas posibles porque no estaba el alma del equipo, Arturo Vidal, ni el armador, Marcelo Díaz. Pizzi paró al medio a Pedro Pablo Hernández que tuvo un partido muy infortunado y Francisco Silva. La idea era maniatar a James Rodríguez a fin de que no generara juego y dejara solo a los delanteros colombianos.

En 4 minutos la roja fue una tromba para quedar en la final ante una Colombia que nunca despertó porque ya a los 3′ Fuenzalida le avisó a Fabra que no tendría una noche fácil, y quedó claro porque el primer gol pasó por su sector ante un pésimo despeje de Cuadrado para que Aránguiz anotara solo frente a Ospina. Y a los 10′ una recuperación de Alexis, su remate al palo y el Chapa que marca la segunda diana. Los cafeteros no podían creerlo porque no salían de su sector.

Pero la lesión de Pedro Pablo Hernández cambió las cosas porque tras el ingreso de Erick Pulgar perdió organización de juego y la «roja» lo pasó muy mal pero Claudio Bravo tuvo la mejor actuación a diferencia de otras jornadas y en gran parte fue clave para mantener su arco en cero hasta el filo del primer tiempo. ¿Botón de muestra? un remate muy difícil de Sánchez.

Lo que vino después fue el mal tiempo que paró por poco más de dos horas, entre lluvias y truenos. Ahí fueron dudas de cómo iban a salir uno de los dos para el segundo tiempo. Y Chile se acomodó. Clave fue la expulsión del colombiano Sánchez, ahí los cafetaleros se les vino abajo el partido, pese a ciertas patriadas, pero no bastó.

Finalmente la «Roja» se mete a una segunda final. La final de América; Colombia es pasado, el domingo frente a Argentina, que viene con una real hambre de revancha, se escribirá otra historia.