Por Carlos Inostroza Carrasco

Periodista Patrimonial

Los que alguna vez tuvieron la suerte de viajar en tren y poder pasar por el ramal Afquintue, en las cercanía a la ciudad de Loncoche, recordarán con nostalgia su hermosa estación y por supuesto el paso por el hermoso túnel, del mismo nombre, que se construyó en 1902 para unir las ciudades de Pitrufquén y Loncoche. Sin duda, ejemplos imborrables de arquitectura pública que dejó la llegada del ferrocarril a su paso por la región de La Araucanía.

Para Cristian Rodriguez, arquitecto y magister en historia, la recordada estación Afquintue, es una expresión propia de los años 50, de un marcado estilo alpino de un volumen que integraba la casa del jefe de estación en un volumen adyacente, muy común en los sectores rurales hasta donde arribaban trabajadores de los fundos cercanos o bien en periodo de verano los familiares que venían desde la capital.

Fue así entonces como la estación, se convirtió en un umbral para el mundo rural, comunicando de manera directa a las familias del campo con la modernidad de las grandes urbes. Debido a esto, no era extraño observar en sus largos andenes, la espera de cientos de familiares y viajeros que esperaban con ansias el arribo del tren a vapor, ya sea para encontrar a algún ser querido o para emprender el viaje especialmente a la capital.

Según algunos escritos y vecinos, hasta los años 80 todavía esta estación se encontraba en funcionamiento, prestando un gran servicio a muchas familias del sector y lugares cercanos tales como: Rampehue, Santa Ana, Lau Lao y Quesquechan, entre otras, ya que era el único punto de salida para todas estas personas campesinas.

Desde hace un par de años la estación se encuentra en total abandono, el descuido y el paso del tiempo la han dañado fuertemente, dejando así un hondo pesar en muchos de quienes alguna vez transitaron por los largos andenes de esta emblemática estación de Afquintue.