Publicado por: Tiempo21 | viernes 7 de febrero de 2025 | Publicado a las: 17:24
Lurys Cartes Silva: “Las mujeres también podemos crear y sacar adelante empresas para generar empleo”
Los días de Lurys Cartes Silva (de 45 años) transcurren entre llamados telefónicos para cerrar negocios, atender a sus proveedores, reuniones de trabajo y el tiempo que le dedica a su familia. Es que esta empresaria sabe que el esfuerzo es la clave del éxito y es la ruta para transformar los sueños en realidad.
Aprendió a ser comerciante gracias a su padre, Luis Cartes Ratti, quien desde muy pequeña le pidió lo acompañara a las ferias en diferentes ciudades del país, donde él vendía las papas de Carahue. Así conoció la mayoría de los mercados y también cómo desenvolverse en este negocio.
Hace más de dos años Lurys Cartes sufrió la pérdida de su padre, quien le dejó un desafío enorme para cumplir, convertirse en una empresaria en un rubro dominado por los hombres y construir su propia empresa para atender de mejor forma a sus clientes, entregando un producto que es el resultado de faenas que se hacen con el cariño del sur.
-¿Cómo empieza a conocer el mundo de la papa?
-Me involucré en esto desde muy chica porque mi papá era agricultor y comerciante en la comuna de Carahue, él siempre estuvo dedicado a lo mismo. Y mientras fui creciendo, lo fui acompañando en sus negocios, viajé a Santiago muchas veces, conocí Lo Valledor, todas las ferias.
Y después nos proyectamos para tener una envasadora. Cuando tenía 23 años empezamos a trabajar con el Supermercado Muñoz Hermanos. Esa fue nuestra primera cadena que atendimos. Y le entregamos papas, luego empezamos a envasar cebollas y ajos. Y de un día para otro nos llamaron de Cencosud y nos dijeron, ¿quieren entregar a la cadena completa desde Concepción a Puerto Montt? Era un desafío bastante grande. Tuvimos una reunión con mi papá y nos atrevimos.
-¿Hay trabajadores que la han acompañado en esta aventura?
-Trabajé duro con mi padre y con nuestro equipo para sacar esto adelante, gran parte de ellos nos han apoyado siempre, todavía estoy casi con las mismas personas. Luego se han incorporado más choferes, más gente de planta. Tengo un equipo que ha estado con nosotros desde el 2003. Y fuimos creciendo. Empezamos a entregar desde Concepción a Puerto Montt y nos empezamos a comprar camiones, contratar más choferes y crecer.
-¿Son exigentes los supermercados?
-Sí, muy exigentes. Pero también es un desafío bonito, hay que estar preparada y conocer. Yo conozco bastante las variedades, como llevo tantos años en el tema sé cuando las papas son de calidad o presentan algún problema.
-¿Participó de la siembra de papas y de la cosecha?
-Sí, es un mundo que conocí desde chica, desde muy joven gracias a mi padre.
-¿A cuántas personas le da trabajo?
– Alrededor de 25 o 30 personas. Entre choferes, reponedores, gente de planta y la parte administrativa, que también es importante.
-¿Cuáles son sus proyectos a corto plazo?
– Es un proyecto bien bonito que lo soñé desde pequeña con mi papá, que es la construcción de nuestro propio packing. Y ahora lo estoy logrando. Cuando falleció mi padre prometí avanzar en este proyecto y bueno, me puse las pilas. Y ya tengo la primera etapa y ahora a fines de marzo me entregan la segunda etapa de lo que será nuestro packing. Y con eso tengo algo mío, propio. Aquí voy a poder instalar nuestras máquinas, voy a poder contratar más gente y la idea es atender otras cadenas de supermercados.
-¿Con qué supermercados está trabajando?
-Bueno, estoy trabajando con varias cadenas y con clientes más pequeños, como restaurantes.
-¿Y cuál es su sueño?
-Si puedo entregar desde Concepción a Puerto Montt, también quiero entregar en Santiago y para el norte, quiero llegar a todo Chile.
-¿Cómo ha sido esa experiencia de meterse en el negocio de la papa que pareciera ser un rubro dominado por los varones?
-Bueno, trabajo con puros hombres. De hecho, el área de administración también son varones, pero me entiendo súper bien, no tengo problemas, son súper preocupadas conmigo.
-¿Ha sentido un poco el machismo de pronto en este rubro?
-Sí, yo creo que cuesta un poco más que te entiendan, por ejemplo, en las negociaciones con los bancos. En ocasiones me ha costado mucho, pero después conocen cómo trabajo y cambia todo. Es un desafío porque les cuesta ver a una mujer vendiendo papas, desempeñándose como empresaria en un rubro de varones.
-¿Ha recibido apoyo del sector público para levantar este proyecto o son todos esfuerzos familiares?
– Esto lo hemos logrado a puro ñeque nomás. Cuando partió mi padre me enfoqué siempre en cuidar el negocio, en hacer que esto creciera.
-¿Cómo se proyecta en este rubro?
-Quiero tener mi espacio propio para traer máquinas con alta tecnología y ofrecer el mejor producto del sur de Chile a mis clientes, respetando siempre la calidad y la puntualidad.
Mi sueño es perfeccionarme cada día. La lavadora que tengo es una lavadora que solo lava papas, mi sueño es que brillen, tengo un proyecto para traer una lavadora que va a pulir las papas. Eso también me va a permitir reciclar el agua, que es un tema importante para mí.
Esta es la primera etapa del packing, que es donde voy a colocar la envasadora, algunas máquinas. Y luego quiero hacer unas cámaras de frío acá en este lado. Por ejemplo, si yo tengo papas hasta noviembre, las quiero tener hasta fines de diciembre sin que pierdan la calidad.
-¿Quiénes son sus proveedores?
-Trabajo con productores de toda la zona de Puerto Domínguez, Nehuentúe, Puerto Saavedra, por esa zona. Y tengo a mis agricultores que me siembran algunas semillas con características especiales como Asterix y Rosi.
-¿Y las mallas que vende de cuántos kilos son?
-Nuestros productos estrella son la malla de 2 y de 5 kilos. Y bueno, también se venden mallas a pedido de los clientes.
-¿Y qué es lo que más cuesta de ser emprendedora o empresaria?
-Hay que estar pendiente de todas las áreas que componen el negocio. No puedes parar. Hay vacaciones, pero con el teléfono todo el rato, respondiendo a proveedores, compradores, resolviendo documentación, de todo un poco. Me he dado cuenta que tengo que estar pendiente de todo. Visitar la empresa todos los días, revisar todo, hablar con los trabajadores.
–¿Hay que tener mucho carácter para manejar una empresa?
-Hay que tener carácter, sí, porque hay mucho personal y hay que tomar decisiones. Por ejemplo, yo llego el lunes, paso, saludo a mis trabajadores, les pregunto si tuvieron un buen fin de semana. Me gusta ser cercana, no me gusta estar encerrada en la oficina.
-¿Es mejor ser una jefa cercana?
-Sí, yo encuentro un apoyo grande de parte de ellos hacia mí. Una empresa más familiar, más cercana, sí, eso me gusta.
-¿Las papas que se venden en los supermercados deben tener un tamaño específico?
-Sí, mi lavadora que estoy fabricando tiene una calibradora y que es una parte importante dentro del negocio porque vienen distintos tamaños. Y la idea es perfeccionar más mi malla de dos kilos que es mi producto principal. Eso es lo que más se lleva la gente, lo que más exige el supermercado.
-¿Y qué opina de la papa chilota?
Ah, es que tengo un proyecto nuevo que ya se los contaré.