Publicado por: DiarioTiempo21 | viernes 17 de noviembre de 2023 | Publicado a las: 22:26
Por Juan Pablo Toro Flores / Estudiante de cuarto medio, espíritu aventurero
No cabe duda alguna, que los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos de Santiago 2023 han generado un furor gigante en el pueblo chileno: estuvimos, y me atrevo a afirmar, estuvimos la inmensa mayoría de los chilenos inmersos en ellos, cautivados por ellos.
Y es que estuvimos pendientes a las transmisiones de televisión, expectantes por ver cada competencia y deporte en desarrollo, estuvimos pendientes a las redes sociales también, para poder enterarnos de los resultados y lo que tenga ver con los Juegos en general. Pero sobre todo, de aquello que concernió al Team Chile y su desempeño.
Porque, al fin y al cabo, el Team Chile constituyó el eje central y nuestra razón para ver estos Juegos, querámoslo o no; verlo competir, ganar, perder, etc., ese fue el objetivo principal: Estar ahí y alentar siempre. Claramente, que en victorias y en derrotas. Si uno no se da vuelta la chaqueta y apoya nada más que cuando de triunfos se trata, ¿cierto?
Pero, ¿qué pasa ahora, el resto del año, fuera del contexto de JJ.PP. y de eventos deportivos de este calibre con el apoyo y el aliento a nuestros deportistas? Tan incondicional no parece ser; ya que posterior al evento muchos de los espectadores no sabemos, y me incluyo, qué es de ellos tras bambalinas; qué es de sus vidas, de sus entrenamientos, de sus progresos en sus respectivas disciplinas; y tampoco buscamos saberlo. Porque, en el peor de los casos podemos entrar a Instagram o a cualquier red social -dado que nos encontramos en plena era digital- y desde ahí seguirles su trayectoria, pero ya ni eso hacemos o solemos hacer. Entonces, aquí estamos con problemas: no estamos dispuestos a apoyar real e incondicionalmente a los representantes nacionales; no los valoramos como se merecen. Estamos solo para estas ocasiones especiales y para hacer pantalla en redes sociales de que “estamos”.
Pongo un ejemplo: el maratonista Hugo Catrileo, oriundo de Puerto Saavedra del que nunca se supo nada hasta previo al encuentro deportivo; ni si buscaba fondos para llegar a competir o no, si fue ayudado para tal, ni que iba a participar en ella. Nada.
Ahora bien, esta falta como país no es exclusiva responsabilidad de nosotros los espectadores: También pasa por los medios de comunicación social tradicionales; que tienen influencia en la gente, que tienen la capacidad de modificar dónde ésta pone su foco de atención. Y sencillamente no la redirigen a los deportistas. Por otro lado, también es responsabilidad de quienes pueden potenciarlos mediante financiamiento; háblese de las autoridades, locales y centrales.
Ahora, si algo hay que reconocer, es que los medios de comunicación social, por ejemplo noticiarios de tv, sí le dan tribuna los deportes; o al menos eso dicen, porque se centran absolutamente en el fútbol.
Entonces todo esto, ¿qué nos dice? Que en Chile no hay una valoración real, ni mucho menos masiva, a los deportistas nacionales, que tan bien nos representan ante deportistas del resto del mundo. Como si creyéramos que los deportistas -a los que tanto aplaudimos en fechas como éstas-, no existieran el resto del año.
Ojalá y este evento tan masivo como importante genere un cambio de mentalidad en nosotros los ciudadanos de a pie.