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Opinión

Comunicación de riesgo: Informar más allá del miedo

Publicado por: Claudio Nuñez | martes 10 de octubre de 2023 | Publicado a las: 20:29

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Por: Eduardo Sandoval, Investigador Instituto Iberoamericano de Desarrollo Sostenible, UA

El incremento de la actividad sísmica asociada al Volcán Villarrica y la modificación de su alerta técnica (pasando de amarillo a Naranja) se generó una cobertura periodística excesiva y repleta de tecnicismos, generando alarma y confusión en la población. Pero ¿qué es una alerta técnica? ¿Qué es una zona segura? ¿Cómo y cuándo debo evacuar? Muchas de estas interrogantes pueden ser una temática aun desconocida para muchas familias.

Además, debemos recordar que Chile enfrenta múltiples desafíos frente a la emergencia climática, por lo que resulta imperativo reconocer la importancia de la comunicación de riesgos, entendida como aquel proceso estratégico destinado a la transmisión de información clara, precisa y oportuna frente a una amenaza, procurando minimizar el miedo y el pánico en la población. Por ende, se fundamenta en ciertos principios fundamentales: credibilidad, puntualidad, claridad y empatía.

En primer lugar, la credibilidad y la confianza son la base de la comunicación de riesgos. Para generar y mantener la confianza, las autoridades deben ser transparentes, coherentes y veraces en sus mensajes. Segundo, la puntualidad frente al afrontamiento de emergencias y desastres es crítica. Así, la rápida difusión de advertencias y actualizaciones es esencial. Precisamente por ello, Chile debe fortalecer los sistemas de alerta temprana, la colaboración inter-institucional y la coordinación con los medios de comunicación y actores locales, para garantizar una comunicación oportuna, empoderando a los ciudadanos y sus comunidades, para que adopten medidas oportunas y seguras en función de las vulnerabilidades presentes en el territorio.

Tercero, a menudo se subestima la claridad del mensaje. El exceso de tecnicismos, el desconocimiento de las características histórico-culturales de las comunidades afectadas o el desorden informativo (malinformación, desinformación y misinformación) pueden sembrar confusión y miedo. A partir de vocerías validadas en el plano local- regional, debemos transmitir la información de una manera sencilla y comprensible. La identificación de los riesgos potenciales y las acciones necesarias para su adaptación y mitigación son componentes esenciales de una comunicación clara.

Cuarto, la empatía y asertividad deberían sustentar la comunicación de riesgos. El cambio climático continuará generando múltiples vulnerabilidades en nuestro territorio, afectando profundamente a las personas y sus comunidades. Precisamente por ello, la comunicación de riesgos reconoce estas vulnerabilidades y conecta con las personas en el plano emocional y sociocultural. La empatía fomenta la unidad y la preparación.

Finalmente, invito a la reflexión crítica acerca de cómo podemos fortalecer la comunicación de riesgos en Chile, mediante la integración de prácticas basadas en evidencia en conjunto con los saberes y experiencias locales, a partir de una estrategia fundamentada en la resiliencia comunitaria, el apoyo social y la participación ciudadana. Al adherirnos a los principios de credibilidad, puntualidad, claridad y empatía, podremos empoderar a nuestros ciudadanos/as para que se preparen y respondan de manera efectiva frente a futuras emergencias y desastres, más allá del miedo y el pánico. Una Cultura de la prevención frente a emergencias y desastres es tarea de todos/as.

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