La infidelidad es una de las traiciones más dolorosas que se puede recibir de una pareja. El dolor es abrumador cuando se descubre que aquella persona en la que hemos puesto toda nuestra confianza ha decidido engañarnos de una forma tan egoísta.
La mayoría de los expertos coinciden en que hombres y mujeres tienen distintas razones, si es que se les puede llamar así, para buscar sexo fuera de la pareja habitual. Y aunque muchos de los estudios realizados difieren en las causas de la infidelidad, si se suele coincidir en algunos puntos comunes que pasamos a explicar a continuación. Así que, ¿qué razones suelen llevar a los hombres al adulterio?
Para aumentar su autoestima: son muchos los hombres que suelen relacionar erróneamente su masculinidad con la cantidad de mujeres que pasan por su cama. Por tanto, tener sexo con una única pareja va en contra de lo que ellos piensan que les convierte en hombres capaces.
Por la falta de sexo dentro de la pareja: existe normalmente un punto en la vida de una relación en el que la cantidad de las relaciones sexuales disminuye tras una primera etapa notablemente fogosa. En lugar de luchar por mantener encendida la llama, se acostumbran de tan manera a esta situación que ya no asocian el sexo con su pareja y se dedican a buscarlo fuera.
Porque tienen la oportunidad: la razón más simple y probablemente la más triste. En ocasiones, un hombre al que nunca se le ha pasado por la cabeza ser infiel acaba siéndolo tras una simple proposición. Esta oportunidad les rondará la cabeza hasta acabar convirtiéndose en una obsesión, que sólo desaparecerá una vez la culminen.
Por el placer de la aventura: independientemente de la cantidad de sexo que se tenga dentro de la relación, son muchos los hombres que necesitan un riesgo en sus vidas. Para muchos, la emoción de ser pillados les genera un placer extra que poco tiene que ver con el sexo.
Por cobardía ante la ruptura: cuando una pareja se desgasta existen dos opciones. O bien luchar por ella y echar toda la carne en el asador o bien terminarla para siempre. Pero la cobardía y la inseguridad de muchos hombres que prefieren no enfrentarse directamente ante un trago tan difícil como una despedida les hace saltarse ese paso y buscar directamente otras parejas sexuales. Incluso si son pillados salen beneficiados, ya que obligan a su pareja a decidir sobre la ruptura y dejan ese mal trago en las manos de la mujer.
Por no saber estar solos: esta razón está estrechamente ligada a la anterior, ya que, incapaces de permanecer ni siquiera un mínimo de tiempo solteros, buscan el reemplazo antes de acabar con su anterior relación.
Por falsa venganza: no hace falta que la mujer haya sido infiel para que el hombre acabe poniéndole los cuernos por revancha, tan sólo que crea que ella ha tenido la oportunidad de hacerlo. La infidelidad está estrechamente ligada a los celos y la inseguridad y algunos hombres sólo necesitan esa justificación mental errónea para acabar en otra cama.
¿Y tú? ¿Conoces alguna otra excusa por la que un hombre pueda llegar a ser infiel?