El último accidente vehicular registrado en la ruta que une las comunas de Villarrica y Freire dejó como saldo el fallecimiento de un lactante de 7 meses de vida.

La investigación preliminar determinó que una puerta lateral del remolque de un camión se desprendió de su fijación, cayendo a la pista contraria, lo que obligó al conductor de una camioneta que circulaba hacia la zona lacustre a sobrepasar el eje de la calzada, para evitar el impacto con la estructura, colisionando de frente con el vehículo en el que viajaba el lactante y un grupo de cinco mujeres.

En el lugar resultaron heridas seis personas, lo que motivó un rescate aeromédico por parte de Carabineros, pese a lo cual el lactante falleció.

El hecho reabrió la discusión sobre la necesidad de contar con una doble vía hacia la zona. El ïndice de Seguridad Vial (ISV) que contempla el número de fallecidos, el tráfico y la extensión de la ruta, arrojó que esta ruta es la con el peor índice, alcanzando un 43,12,  muy por sobre la ruta 5 Sur. Solo en 2022 hubo 9 fallecidos, además de 9 accidentes, entre colisiones, choques y atropello.

Hace casi 7 años, Claudia Gutiérrez (47) se convirtió en una de las víctimas que han dejado los accidentes en la ruta Internacional S-199, en el tramo que comprende desde Freire a Villarrica. A la altura del km 9,2 su madre fue atropellada y murió a la orilla del camino. Reconoce que “cada vez que hay un accidente me acuerdo de mi madre, porque siempre es lo mismo: la ruta”.

En la localidad de Radal, ubicada a 21 km al este de Freire, la madre de Claudia -Rosario Henríquez Esparza (69 años)- vivía junto a un hijo, de 52 años, quien tiene una discapacidad mental, y era dependiente de la mujer.

Claudia recuerda que en la víspera del accidente su madre había viajado a Temuco junto a una hermana. Al día siguiente, dice Claudia, hablaron telefónicamente en la mañana y al mediodía. “Le dije que no se viniera en bus. Tenía una sensación rara que algo iba a pasar”.

Durante la tarde, tras salir del culto religioso al que asiste todos los sábados, Claudia volvió a conversar con su madre, quien en ese momento viajaba desde Temuco hacia Radal. “Me dijo que venía por Freire y partí en auto al cruce (acceso a ruta S61, a la altura del km 9,2 de la ruta S-199). Me adelantó Carabineros y al llegar vi conos por todos lados. Le pregunté a un caballero y me dice que atropellaron a una abuelita”.

Pese a sus intentos por acceder al lugar del accidente a verificar la identidad de la víctima, no pudo acercarse. “La camioneta la atropelló, la arrastró y la arrojó a una zanja, a la derecha de la ruta”. Tras la llegada de la ambulancia de SAMU, y luego que los paramédcos decidieran no llevarse a la víctima, recuerda, “aterricé y dije “falleció”. Minutos más tarde supo que se trataba de su madre.

Durante el mismo día, tras la alcoholemia, el conductor del vehículo involucrado quedó en libertad y el parte policial determinó que “mi mamá había cruzado en un paso no habilitado, se había expuesto a que la atropellaran”.

Durante meses, Claudia buscó hacer justicia. Pese a que apenas contaba con recursos para los funerales, contrató un abogado, con quien intentó visibilizar la realidad que viven los vecinos del sector y los riesgos a los que están expuestos en la ruta. “Hay una garita, hay otra garita. Es un paradero de peatones para buses, sin pasarela ni seguridad”, dijo en Fiscalía, pero su argumento no prosperó. “Todos le echaban la culpa a mi mamá” pero, tal como lo ha expuesto ante las autoridades, “ese cruce debió haber tenido una pasarela. Falta seguridad en esa ruta”.

Si la ruta entre Freire y Villarrica contara con la insfraestructura adecuada para la cantidad de tráfico y la población residente en la zona, Claudia asegura que “hubiera sido otra la histora, mi mamá no hubiera fallecido”. Relata que “ella hacía todas sus cosas sola, tenía cuerda para rato. El accidente ocurrió por un tema de inseguridad, nada más”.

Desde la muerte de su madre, añade, la municipalidad de Freire instaló luminaria pública. “Pero faltan muchas cosas. Tiene que haber una doble vía”, afirma.

Recuerda que hace dos años, entre el 18 y 20 de febrero de 2022, el Gobierno regional realizó una encuesta en las comunas aledañas, en la que se impuso la negativa a realizar el proyecto (con un 59,9%). El mismo año se registraron 9 muertos por accidentes en esa ruta.

Para Claudia, “la gente que opinó no tiene idea. Votaba gente que no tienen auto. Yo voté a favor porque yo conduzco por esa ruta, porque veo los autos que pasan, que adelantan”.

Desde entonces, lamenta el resultado de la consulta cuidadana. “Debió haber sido una encuesta a la gente que viviera y manejara por esta ruta, porque mucha gente opina, pero es una ruta peligrosa. Si estaban las platas debió haberse hecho, sin tanta consulta (…). Es urgente una doble vía, porque van a seguir pasando accidentes”.

Desde la muerte de su madre ha tocado una infinidad de puertas. “Han venido polïticos a decir que es la ruta más peligrosa, hemos tenido reuniones con autoridades para tocar el tema, pero no llegan a nada. Ha salido en la televisión que es peligrosa, pero no se hace nada”, lamenta.