Fue una desgracia: Brasil llegó una vez y marcó gracias a Everton Ribeiro en la segunda parte. Chile no pudo, un partido que se ha repetido una y mil veces, sin embargo un robo arbitral en los últimos minutos con un penal no cobrado contra Arturo Vidal en el área.

El trámite del partido fue Chile arrinconando a Brasil mucho tiempo, aunque partió el scratch con jugadón de Neymar que no fue gol por poco a los 30 segundos.

La Roja no se achicó, lo intentó con todo. Un tiro libre de Vidal que tapó Weverton de manera extraordinaria, y por partida doble porque también le tapó el cabezazo a Vargas; gran reacción del brasileño.

Brasil no hizo mucho, poco y nada, pero una pared entre Neymar y Everton Ribeiro para que éste marcara el único gol del encuentro a los 63′. Una desgracia total.

Y para la maldición, un penal no cobrado por parte de un defensa brasileño contra Arturo Vidal sin pelota, pero el árbitro peruano Diego Haro no cobró penal y menos consultó al VAR de forma vergonzosa.

¿Para qué está el VAR entonces? Se han acumulado errores enormes y decisivos contra un equipo que no lo ha hecho mal, pero son cosas que se van sumando.

Ahora se viene Ecuador en Quito, todo mal.