Publicado por: DiarioTiempo21 | viernes 7 de agosto de 2015 | Publicado a las: 06:56
Así es como una investigación periodística que concluyó en la edición del libro «Álvaro Corbalán: El dueño de la noche» describe cómo era la vida nocturna durante los 80 en Chile, y de paso, deja en claro que un individuo detentaba el poder para controlar el mundo del espectáculo. Álvaro Corbalán, jefe de Operaciones de la siniestra CNI, podía elevar la carrera de algún artista, vedette, cantante o funcionario de la televisión, o, literalmente, hacerla desaparecer. Él era el dueño de la noche, el James Bond criollo.
Un libro revelador y un folclorista curioso
El trabajo investigativo que desarrollan los cuatro jóvenes periodistas que escribieron el libro, indaga en la realidad que se experimentaba durante la dictadura y cómo un reducido grupo de personas sí podía disfrutar de las bondades de la vida bohemia. Todos cercanos al dictador Pinochet y a sus secuaces represores, podían ir con libertad de club en club y, solamente para algunos privilegiados, cimentar una carrera artística que de otra forma hubiera sido muy difícil. La exigencia era no ser marxista ni apoyar a la oposición. Cumpliéndose estos requisitos un artista podía llegar muy lejos.
En el texto se dan muchos nombres de personas que se forjaron artísticamente durante el periodo de dictadura, algunos era lógico que lo hicieran (Los Huasos Quincheros, Patricia Maldonado, Irene Llano, etc.), pero hay un nombre que cuando surgió inmediatamente generó extrañeza. ¿Qué tendría que hacer Tito Fernández, El Temucano, en una lista de artistas favorecidos por la dictadura y la CNI? La respuesta aparece fundamentada en el trabajo investigativo.
«El nombre que más se repite como sapo es el del folclorista Tito Fernández, El Temucano, quien habría sido muy cercano a rostros visibles de la Central Nacional de Informaciones. Conocido era su vínculo con Álvaro Corbalán, al cual aseguran varias versiones ha visitado durante su condena en el penal de Punta Peuco», afirma el texto.
El texto cita unos comentarios de la periodista Nancy Guzmán, quien consultada sobre la situación de Fernández dijo que «Tito Fernández es el sujeto más raro que hay. Él fue el único que después del 11 de septiembre siempre tenía shows». En páginas posteriores se cita una entrevista hecha al escritor Pedro Lemebel, quien también expresa lo curioso de la situación. «¿Quién puede entender que sea tan amigo alguien de un personaje tan repugnante como Corbalán, que le lleve pizzas a la cárcel? ¿Cómo se entiende eso? La respuesta de Tito Fernández dada a The Clinic en una entrevista posterior únicamente deja la puerta abierta a las especulaciones.
Queriendo develar este trasfondo, conversamos con Tito Fernández para consultarle de su relación con Álvaro Corbalán y de los comentarios que aparecen en el libro.
«Soy un agradecido de Álvaro Corbalán»
Primero, lo más vigente. ¿Qué reflexión le surge tras el fallecimiento de Margot Loyola?
«Margot Loyola fue una grande. Lamentablemente a todos se nos acaba la vida en un momento determinado. No éramos muy cercanos pero sí compartimos conversaciones y escenarios. Me indicó lo favorable que era mi trabajo para el folclore. Yo a ella la considero una mujer íntegra, una de las personas importantes en el rescate y revalorizamiento del folclore nacional. Además que en un momento determinado ella salió en mi defensa», indica el folclorista.
Tomando en consideración eso de «salir en su defensa», ¿tiene eso que ver en algo con su supuesta cercanía con Álvaro Corbalán?
«Soy un agradecido de Álvaro Corbalán porque me ayudo en un momento importante de mi vida, pero en nada relacionado con mi carrera musical. Fue un momento complicado pero del que no puedo hablar pues estaría involucrando a otras personas».
¿Y eso de que ha ido varias veces a visitarlo al penal de Punta Peuco.?
«Fui a visitarlo al penal de Punta Peuco para darle la mano para agradecerle lo que había hecho por mí. Fui al penal tres veces. Yo a él lo conocía desde mucho antes de que el tuviera el cargo que terminó teniendo. Lo conocí cuando era teniente. Y nuestra cercanía se debió a que él me dijo ser un admirador de mi carrera y de mis composiciones».
¿Y las afirmaciones del texto que indican que usted sería un colaborador con la dictadura y los organismos de inteligencia?
«No hay nada de cierto en lo que se dice. Mi cercanía con Corbalán se debió únicamente a que él admiraba mis canciones. Nada más. Me parece raro que si se escribió un libro en donde se dicen cosas de mí, no se hayan contactado conmigo para desmentir o validar las cosas que dicen».
Pero entonces sí se conocen desde hace años e interactuaron durante la dictadura
«Nos conocíamos de mucho antes. Yo estoy agradecido de la ayuda que me brindó, por eso lo fui a saludar al penal. Es mi amigo, pero diferenciando pues en verdad no somos realmente amigos. Yo le digo así pues así me refiero a las personas a quienes conozco. A él le gustaban mucho mis canciones y él también era un músico. Pero no hay nada de eso de que pudiera haber algo más que un simple conocerse. Se han dicho muchas cosas», finaliza el folclorista.
Fuente: Cambio21