Publicado por: Claudio Nuñez | lunes 27 de septiembre de 2021 | Publicado a las: 14:40
“Una cosa es que tengamos un problema con la migración, que lo tenemos, tal como lo tiene Estados Unidos, Europa (…) y otra cosa es que la gente, con ese sentimiento xenófobo, racista, le queme sus cosas a la gente (…) ¿cómo es posible que en este país tratemos así a gente sufriente, que viene huyendo de una dictadura, con sus familias, sus mujeres, sus niños, que estén en la calle, en la intemperie (…) y que más encima los chilenos y las chilenas vayan ahí y les quemen sus cosas?”
De esta manera, el senador Francisco Huenchumilla repudió los hechos ocurridos el pasado sábado, donde una turba de personas, ataviadas con banderas y símbolos chilenos, atacaron y quemaron los enseres de inmigrantes venezolanos que se encontraban pernoctando en la plaza Brasil de Iquique.
“Yo entiendo que éste es un tremendo problema para la gente de Iquique, para la gente de Colchane, si (los inmigrantes) están todos en la plaza, hacinados, sin medidas sanitarias (…) pero otra cosa es que la autoridad permita que la gente haga valer sus sentimientos más selváticos (…) sin entender que (estos inmigrantes) están en una situación de absoluta miseria”, expresó el legislador.
Responsabilidad
A continuación, el parlamentario recalcó que estos hechos ocurrieron “sin que el gobierno tome ninguna medida para resolver los problemas de fondo que significa un proceso de inmigración, que por lo demás ha sido consustancial a la humanidad. Siempre ha habido procesos de inmigración”.
“Desde que hicieron campaña, el actual gobierno utilizó el tema de la inmigración como moneda de cambio. Prometieron ‘poner en orden la casa’, y asociaron como quisieron el tema de la inmigración con la delincuencia y el caos”, acusó.
“Pero con el tema de los inmigrantes venezolanos, este gobierno utilizó y se contradijo desde el principio. Se refirió a Nicolás Maduro y a la izquierda como enemigos comunes, a la vez que anunció comprensión y solidaridad hacia los inmigrantes venezolanos por ese motivo. Yo me pregunto, ¿dónde está esa solidaridad ahora, con este silencio del gobierno?”, cuestionó.
“A mí me parecería que la gente protestara contra la autoridad, que no es capaz de tomar medidas, y de instalar un campamento a las afueras de Iquique, o en Colchane (…) ¿qué le va a costar, con el Ejército, con todo lo que tienen, instalar carpas, personal médico, que vea a los niños, las mujeres, los vacunen, los empadronen, y tengan una gestión con los países vecinos? pero el gobierno no hace nada. Solamente la fuerza y la represión, y permitiendo este atavismo de la gente”, fustigó.
Por eso, me parece que el ingreso de un recurso de protección en contra del presidente Sebastián Piñera por notable abandono de deberes como jefe de estado, anunciado por el gobernador de Tarapacá José Miguel Carvajal, va en la dirección correcta. Los gravosos y humillantes hechos ocurridos ayer deben encontrar sus respectivas responsabilidades políticas”, aseveró.
Reflexión
“¿Qué sentimiento cristiano puede uno esperar de un país que se dice que es un país serio, un país moderno, que es un país culturalmente adelantado, que se precia de ser poco menos que los ingleses de América Latina?”, prosiguió.
“Y todo el mundo callado, en las iglesias, ¿dónde está la iglesia católica, ¿dónde están los evangélicos, en las iglesias, callados? Yo no creo que Jesucristo permitiera una cosa así, que contra la gente pobre y miserable le hicieran eso que le hicieron ahí. Esas imágenes, quemándoles sus cosas a la gente, dieron la vuelta al mundo”, lamentó el senador.
“Yo me imagino los chilenos exiliados, durante mucho tiempo, en la década del 30 o 40 en Argentina, que los hubieran tratado así, que les hubieran quemado sus cosas y los tuvieran en las calles, o los exiliados de la dictadura; que los hubieran recibido en Europa quemándoles su ropa (…) ni que estuviéramos en la época del fascismo, cuando se atacaba a los judíos de esa manera. Me parece absolutamente repudiable”, concluyó.