Publicado por: Claudio Nuñez | lunes 25 de enero de 2021 | Publicado a las: 10:43
La participación social dentro del quehacer político se ha transformado en un debate cada vez mayor desde el 18 de octubre de 2019. Aquella fecha marcó un punto de inflexión en la relación entre la clase política y la ciudadanía, que expresó su malestar frente a políticas públicas que a su juicio no entregaban reales soluciones a sus necesidades. Desde ese momento, la población ha estado en constante vigilancia de las discusiones nacidas en el Congreso, expresando su opinión a través de distintas vías y buscando ser un actor importante y desequilibrante en las decisiones políticas.
Este nuevo paradigma social y político no solo se ha expresado frente al Estado y el Gobierno central, sino que también ha permeado a los gobiernos locales y los municipios, donde las demandas locales y los actores territoriales ejercen cada vez mayor influencia en la opinión pública.
En este contexto, el concejal y candidato a la alcaldía por Temuco, Roberto Neira, señala que “hoy en la administración del Estado, y en particular de las municipalidades, debemos tener una participación ciudadana real y activa, qué significa eso, que la participación no sea solo una excusa para cumplir la ley y decir “lo estamos haciendo”.
Neira, quien se ha desempeñado durante ocho años como concejal por la comuna, explica que el discurso de la participación ciudadana se está empleando mucho por todos los candidatos, pero los proyectos comunales continúan viniendo desde la administración o el alcalde.
“Lo que necesitamos ahora es un municipio activo, con un rol importante en la reactivación de los lazos con la ciudadanía que exige que su voz sea escuchada. Chile ya no es el de los noventa, ni siquiera el de los dos mil. Tuvimos un estallido social y estaremos inmersos en una crisis social y económica producto de la pandemia, entonces los recursos tenemos que enfocarlos en las necesidades de las personas y solo las conoceremos realmente si escuchamos con atención sus inquietudes y los hacemos parte de los procesos municipales”, señala Roberto.
En ese sentido, la autoridad señala que “uno de los puntos importantes que queremos establecer desde el segundo año de nuestra gestión son los presupuestos participativos en un porcentaje del presupuesto municipal”. Para ello, recalca la necesidad de rearticular el COSOC (Consejo de la Sociedad Civil), el cual en este momento tendría un rol mínimo a su juicio, y hacerlo participe importante de algunas decisiones que vayan en directo beneficio de la ciudadanía y no simplemente ejecutar sin preguntar.
El relato en favor de la participación ciudadana no es uno antojadizo para el candidato, puesto que desde hace años ha trabajado con la Fundación 101 Desafíos, una organización que a través de la realización de cabildos ciudadanos a recogido el testimonio y las necesidades de variados vecinos de Temuco, explica Neira: “Hemos realizado a lo menos unos siete, con participación de distintas personas de la comuna, dirigentes y ciudadanos de a pie, y desde ahí sacamos conclusiones que nos permitirán una orientación clara de la gestión. Muchos de los temas abordados en los cabildos están insertos en nuestro programa, pero durante las sesiones nos dimos cuenta de que estábamos acertados en algunos, mientras que otros teníamos que mejorar o incluir, porque un programa no puede ser una tabla sacramentada que no pueda tener ningún cambio, muy por el contrario, un programa se va construyendo constantemente según las priorizaciones que nos va a entregar la ciudadanía”.
La autoridad inserta además el concepto de “Democracia Digital”, para el cual explica que “la digitalización, la participación, la democracia y el contacto directo con las autoridades es fundamental”. En esta línea, revela la intención de fomentar el uso de una aplicación digital llamada “Desafío Ciudad”, la cual pretende acercar a las autoridades con la ciudadanía de forma directa, explica: “No sacamos nada con que la gente escriba y quede en un “ok, muchas gracias, lo vamos a ver”. Tiene que existir algún grado de solución y retroalimentación entre la autoridad y la ciudadanía, ya sea por una propuesta, una inquietud o un reclamo. Cualquiera que sea el caso, los vecinos merecen ser escuchados y tener autoridades pragmáticas, que solucionen sus problemas, con visión de ciudad y la capacidad suficiente para entender que una ciudad se construye con las ideas de todos”, enfatiza Neira.