La resolución de la ONU que «exige un alto al fuego inmediato durante el mes de Ramadán» fue respaldada por 10 miembros no permanentes del Consejo de Seguridad. En total, 14 países votaron a favor y Estados Unidos no votó.

Israel anunció que continuará con las operaciones militares a pesar de la resolución. La Oficina del primer ministro Benjamín Netanyahu canceló el viaje de la delegación israelí a Estados Unidos en respuesta a la abstención de este país en la votación.

El ministro de Exteriores de Israel, Yisrael Katz, afirmó que Tel Aviv no cesará los combates en Gaza y seguirá luchando hasta que todos los secuestrados regresen a casa.

Por su parte, el consejero en Comunicación de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, expresó la «muy decepcionada» postura de Estados Unidos ante la decisión de Israel de cancelar el viaje. El Departamento de Estado de EE. UU. señaló que la resolución de la ONU «no es vinculante».

Hamás en un comunicado,  destacó la necesidad de lograr un alto al fuego permanente que incluya la retirada de todas las fuerzas israelíes de la Franja de Gaza y el retorno de los desplazados a sus hogares.

Hamás instó al Consejo de Seguridad de la ONU a presionar a Israel para que respete el alto al fuego y detenga lo que calificó como «genocidio y limpieza étnica» contra el pueblo palestino.

Por otro lado, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, afirmó que la resolución del Consejo de Seguridad debe implementarse y que no hay margen para el fracaso. Guterres señaló que el fracaso en implementar la resolución sería «imperdonable».