Publicado por: Claudio Nuñez | sábado 26 de mayo de 2018 | Publicado a las: 17:07
En Kiev el Real Madrid volvió a mostrar su oficio y jerarquía tras vencer por 3 a 1 al Liverpool y consagrarse tricampeón de la Champions League marcado por los errores del arquero Karius.
Fue un partido intenso de principio a fin, en el que el Liverpool había encajonado al cuadro merengue durante los primeros 20 minutos, pero Navas logró tapar los ataques de los Reds.
Sin embargo la intensidad comenzó a bajar en una jugada específica cuando Ramos sujeta en una jugada al delantero egipcio Mohamed Salah y ambos caen pero este último sacó la peor parte y terminó lesionado. A partir de ahí el partido fue otro y fue el Real Madrid que empezó a manejar las acciones y con las que se fueron al descanso.
Ya en la segunda parte el cuadro blanco empezó a circular la pelota y la presión del Liverpool dejó de existir. Una jugada intrascendente en la que el arquero Karius despejó muy mal y Benzema anota la primera cifra de rebote. Un tremendo castigo para los rojos que intentaron asustar al Real, pero no se rindieron porque minutos más tarde un córner y la llegada justa de Sadio Mane para marcar el empate.
Pero en estas instancias, el oficio, la calma y la jerarquía de un plantel muy poderoso como el Real Madrid se hizo notar cuando Zidane envió a la cancha a Gareth Bale y le respondió de una manera espectacular apenas entró. Centro por izquierda de Marcelo y una chilena en la cual Karius poco pudo hacer. Ahí fue el golpe de nocaut que le dio el cuadro merengue al Liverpool, más allá de un palo y pocas intenciones.
Y a los 83′ nuevamente Bale anota la lápida pero con la falla grosera de Karius que se le escapó de forma increíble de las manos y la mandó adentro de su propio arco.
Partido acabado y la pena para el arquero y su equipo. ¿El Real? Un campeón justo pero con oficio, un triplete que será recordada por los errores del arquero.