El director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Mariano Grossi, ha emitido una seria advertencia sobre el creciente riesgo de un conflicto nuclear a medida que aumentan las tensiones geopolíticas y la carrera armamentista nuclear a nivel mundial.

Grossi expresó su preocupación de manera franca, señalando que si bien no es recomendable dramatizar ni sembrar el pánico, el mundo podría estar acercándose más a un conflicto nuclear en lugar de alejarse de él. Destacó las amenazas nucleares en curso, como la situación en Ucrania y los conflictos en Oriente Medio, que no muestran signos de disminuir.

Grossi enfatizó que la crisis internacional se ha exacerbado por los conflictos entre Israel y Hamas en Palestina, así como por las renovadas tensiones entre las fuerzas israelíes y el régimen iraní. Señaló una tendencia preocupante de las principales potencias nucleares que están aumentando sus arsenales, algo que no se había observado en décadas recientes.

Ante la preocupante situación, el OIEA se dedica a evitar que más países se sumen a la carrera nuclear, tomando como ejemplo lamentable el caso de Corea del Norte. Rafael Mariano Grossi afirmó que están observando un aumento en el número de armas nucleares y de países considerando la posibilidad de adquirirlas, calificando la situación como sumamente delicada.

A pesar de los desafíos abrumadores, Grossi destacó el papel activo del OIEA en la mitigación de los riesgos nucleares. Expresó que su organización no se limita a ser comentarista u observador de la realidad, sino que busca activamente modificarla de acuerdo con su mandato. Mantienen un diálogo constante con las partes en conflicto y tienen una presencia permanente en Zaporizhzhia para prevenir escaladas inadvertidas.

Grossi admitió que encontrar la voluntad política necesaria para evitar una catástrofe nuclear es como buscar un tesoro difícil de hallar. Sin embargo, hizo hincapié en que vale la pena persistir en la búsqueda y no rendirse, incluso cuando parece que por cada paso adelante se dan dos hacia atrás.

En medio de este desafiante escenario, el director general resaltó la importancia de la voz de México y América Latina, a los que describió como «un continente de paz». Como el primer latinoamericano al frente del OIEA, Grossi expresó sentirse muy respaldado por los países de la región, y se identificó con esa visión de paz de manera constante.

A pesar de las sombrías predicciones, el argentino reafirmó su compromiso inquebrantable con la búsqueda de la paz mundial. «Me levanto pensando en qué puedo hacer para contribuir a ese objetivo», expresó, agregando que se acuesta con el mismo pensamiento. «Es algo que me acompaña desde la mañana hasta la noche».

En otro frente, Grossi subrayó la preocupante proximidad de Irán a la capacidad de fabricar una bomba nuclear. Según él, el país está «a semanas, más que a meses» de lograr esta capacidad, lo que ha generado intranquilidad a nivel internacional sobre las intenciones nucleares de Teherán. Este desarrollo ha sido exacerbado por la falta de transparencia de Irán en cuanto a su programa nuclear, lo que aumenta los riesgos asociados a la proliferación nuclear. Además, recientes declaraciones ambiguas sobre armas nucleares por parte de Irán han sugerido una compleja estrategia de comunicación en torno a sus capacidades y ambiciones nucleares.