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Opinión

Putin tiene su propio Waterloo

Publicado por: Claudio Nuñez | domingo 11 de diciembre de 2022 | Publicado a las: 10:16

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Escribe: Patrick Dungan, ex seremi de hacienda del Gobierno de Sebastián Piñera

La batalla de Waterloo en el año 1815 representa para Francia y especialmente para el legado de Napoleón, como la más grande y dolorosa de las batallas perdidas en manos de las tropas británicas, neerlandeses y alemanas. Representa el final definitivo de las guerras napoleónicas y marcó para Francia el final de una era de dominación europea. Hasta el día de hoy, el solo escuchar la palabra Waterloo o pasar por la estación londinense de trenes llamada en honor a la batalla, hace recordar a los franceses de un momento oscuro que fue producto de la ambición desmedida de su emperador Napoleón, algo similar que puede pasar con los rusos cuando se acuerden de Ucrania.

Vladimir Putin ya ha perdido la guerra, lo que empezó como una agresión sin fundamentos, una acción militar sin precedentes, condenada por todos, se ha convertido en un Waterloo para el presidente ruso. El 24 de Febrero del 2022, Putin inició una invasión para adquirir territorio, destruir la soberanía de Ucrania y condenar a esa nación a perder su identidad nacional y convertirla en un estado fallido, en otras palabras, hacerla desaparecer completamente. Después de meses de resistencia heroica, Ucrania y su identidad nacional, su tejido social, están más fuertes que nunca.  La guerra de Putin ha destruido por completo el aura de zar moderno que ostentaba el hombre más rico y poderoso del mundo, este cometió el mayor error de su vida y un crimen que le va a conducir indefectiblemente a una derrota, y quizás al final de Rusia como la conocemos.  

Los 300.000 reservistas que fueron movilizados a toda máquina para evitar una humillación mayor, provienen de las clases económicas más vulnerables y ellos entienden que son considerados como corderos para el sacrificio y sus vidas serán consumidas sin ninguna razón.  Miles de rusos en edad para ser reclutados han huido del país hacia Georgia, Kazajistán, Mongolia y Finlandia, incluso algunos cruzaron en balsa el Estrecho de Bering y pidieron asilo a las autoridades de Alaska, lo anterior para no tener que ir al frente de batalla. 

La guerra de Ucrania, que al principio se pensó que iba a hacer corta y que el enorme ejército ruso iba a arrasar todo en un par de meses, ha tomado en este último tiempo un giro inesperado.  Los invasores no solo no han avanzado en la consecución de sus objetivos militares, no han logrado el control completo de las provincias formalmente anexadas, fue derrotado en su intento de tomar Kyiv y fracasó en su reciente invasión en el Donbass y territorios ubicados en el sur del gigante cerealero. 

Las tropas ucranianas pelean con una motivación llena de fervor patriótico y equipado con la mejor tecnología de armamento militar occidental que proviene de la OTAN y otras naciones vecinas que ven esta invasión como el principio de el sueño de Putin de recuperar territorios que fueron parte de la ex Unión Soviética, y poder consolidarse en una figura de mayor importancia que la tenía antes de la invasión. Ante ese escenario, la ayuda que ha entregado occidente ha sido enorme, incluso afectando a las finanzas públicas de los donantes que se encuentran alicaídas post pandemia y con escenarios inflacionarios del cual no se libra ningún país.  Nunca se imaginó que esta invasión iba a tomar el camino actual en donde se pudo apreciar que el ejército ruso, desmotivado, con armamento anticuado y de dudosa calidad, era en realidad una cortina de humo llena de mitos y alimentada por guerras en Siria, Chechenia, Osetia del Sur en donde se peleó en contra de tropas muy débiles y civiles que fueron rápidamente masacrados.  Muy difícil que los nuevos refuerzos puedan contribuir en algo ya que son enviados al frente sin entrenamiento y con la noción que pueden perder la vida en este fracaso militar.

Los expertos señalan que la derrota es irreversible, Putin no puede parar, ya que sería demasiado humillante, pero esto no lo salvará de la derrota. La derrota en Ucrania va a causar la caída de Putin, puede ser el fin de la Federación Rusa con la salida de las naciones federadas que la componen, ya que la historia nos ha enseñado que nadie pueda sobrevivir a lo que va a ser su Waterloo.

Esto nos lleva a un escenario donde tenemos a un Putin, aislado, condenado por Occidente, peleando por su sobrevivencia política y personal, y la pregunta es si puede llegar a lo inimaginable de utilizar una bomba nuclear, Washington ya ha advertido privadamente y en forma pública de las consecuencias catastróficas para Rusia.  Una salida posible es emular a lo que hizo Napoleón el 22 de junio de 1815, siete días posteriores a perder la batalla en Waterloo, frente a las potencias europeas, el emperador abdicó diciendo, ¨Me ofrezco en sacrificio al odio de los enemigos de Francia¨, declaró.  ¿Podrá Putin hacer un gesto semejante de capitulación? Solo el tiempo lo dirá.

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