Publicado por: Claudio Nuñez | martes 12 de julio de 2016 | Publicado a las: 11:43
Los resultados de esta investigación entregarán importantes insumos para mejorar la calidad de vida de las familias chilenas.
Continuando con una línea de investigación que explora la felicidad, satisfacción con la vida y alimentación, la académica de la Universidad de La Frontera, Dra. Berta Schnettler, apuesta por un nuevo estudio.
Enmarcado en un proyecto Fondecyt (Nº 1160005), esta vez la investigación indagará tres aspectos: satisfacción vital, familiar y alimentaria; siendo el entorno familiar el eje del estudio.
En términos generales, el proyecto aspira a describir los niveles de satisfacción con la vida, satisfacción con la alimentación y satisfacción con la familia, relacionando motivos, necesidades, creencias y expectativas en torno al proceso de socialización alimentaria relacionado a los miembros del grupo familiar, los problemas de salud mental, el balance entre el trabajo y la vida familiar.
COMER NO ES SOLO UNA NECESIDAD BÁSICA
Las características de la sociedad y de las familias actuales hacen que cada vez sea más difícil mantener la función social de la alimentación, debido al menor tiempo disponible para las comidas familiares. Los resultados de proyectos previos indicaron que la alimentación tiene una importante influencia en la satisfacción con la vida y va más allá de ser una de las necesidades básicas.
“El acto de comer es mucho más que alimentarse, posee significados personales y sociales, especialmente a nivel de las dinámicas familiares”, explica la investigadora y académica de la Facultad de Ciencias Agropecuarias y Forestales.
Según la Dra. Schnettler, las pautas de alimentación, los criterios de elección y las actitudes hacia los alimentos se construyen tempranamente y la familia se constituye como un agente fundamental de socialización y, lógicamente, si no hay una coherencia, una dinámica mal estructurada puede afectar la satisfacción con la vida, con la alimentación y con la vida familiar.
“Los estudios que hemos realizado revelaron que la interacción familiar en torno a la alimentación es una función social básica; está estrechamente relacionada con la satisfacción con la vida y la satisfacción con la alimentación. Además, se vincula con hábitos alimentarios saludables y propicia una mejor salud física y mental”.
DIMENSIONES DE LA ALIMENTACIÓN
La razón del estudio radica en que a pesar de la abundante literatura que vincula estos aspectos (satisfacción con la vida, con la alimentación y con la familia), no hay ninguno que lo haga de forma simultánea.
Con esta premisa, la investigadora junto a un equipo de científicos describirán el significado subjetivo de la socialización alimentaria en la familia en cuanto a prácticas y estrategias explícitas que los padres dicen utilizar para inculcar en sus hijos comportamientos alimentarios; estilo de relación de padres e hijos en el comportamiento de alimentación.
Paralelamente establecerán las diferencias en las prácticas y estrategias de socialización alimentaria en función del sexo y la edad de los hijos, estrategias de negociación y resolución de conflictos alimentarios en cuanto a cantidad y selección de alimentos, autorregulación y preferencias.
“Podremos saber a qué mecanismos recurren los padres ante un problema tan común y que se da en muchos hogares, que es cuando los niños no quieren comer y también proponer soluciones”, señala la Dra. Schnettler.
Finalmente, el proyecto establecerá la relación entre la satisfacción con la vida, la familia y la alimentación, como dominios de la vida, en grupos familiares de distinto nivel socioeconómico, estructura y ciclo de vida familiar en la ciudad de Temuco.
Monto del Proyecto: $104.401.000
Duración: 3 años
Co-investigadores UFRO: Dra. Marianela Denegri y Dr. Edgardo Miranda
Colaboradores Internacionales: Dr. Klaus G. Grunert de Aarhus University en Dinamarca y Dr. Gastón Ares de la Universidad de La República en Uruguay.