Publicado por: Claudio Nuñez | miércoles 21 de diciembre de 2016 | Publicado a las: 13:37
En un 3.2% se proyecta la tasa de crecimiento económico de La Araucanía para el año 2017, un 1.1% por sobre la proyección país. Así se desprende el análisis realizado por la Facultad de Administración y Negocios de la Universidad Autónoma de Chile, que fue dado a conocer a la comunidad en un desayuno en el que participaron representantes de los gremios que mayor actividad registran.
Humberto Salas, vicedecano de la Facultad de Administración y Negocios de la Universidad Autónoma de Chile, señaló que el año 2016 fue positivo para La Araucanía, con un crecimiento mayor que la media país.
“Esto se mantendrá, pero tenemos un 2017 un poco más desacelerado en términos del empleo específicamente. Vamos a tener un sector construcción que tenderá a contraerse el próximo año y en función de eso podemos esperar una leve alza de las tasas de desempleo (6.7%), así como también vamos a tener un agro que se va a mantener dinámico, dado las condiciones del tipo de cambio. Todo dependerá de los precios de los commodity que evolucionen de forma positiva para los agricultores”, señaló.
Otro factor importante para la economía regional es el de las exportaciones, que cerró el 2016 con mermas, específicamente en el sector forestal.
Al respecto, Salas dijo que “el próximo año vamos a tener una mejor actividad considerando que existe estabilidad en China, que es nuestro principal cliente y eso debería hacer que repunten las exportaciones. Sin embargo van a mantenerse en las cifras negativas para el sector.
COMERCIO
Por su parte, Rolando Cabrera, presidente de la Cámara de Comercio Detallista de Temuco, se manifestó optimista respecto del futuro económico de la Región.
“Este año tuvimos una mejora del 10% en relación a año anterior y creemos que eso se mantendrá, respaldado porque el comercio se ha visto tremendamente incentivado por el turismo y el emprendimiento de nuevas personas que se han incorporado a nuestra actividad, permitiendo que la cesantía incluso haya bajado. Eso se traduce en que tenemos mayor cantidad de personas trabajando, con poder adquisitivo, lo que finalmente llega al comercio pequeño y no va al retail, porque muchas veces son ingresos no muy alto que los convierte en potenciales clientes de las mypes”, destacó Cabrera, quien aseguró que el gremio está optimista y contento.
AGRO
No tan optimista está el agro. Andreas Köbrich, secretario ejecutivo de Sofo, dijo que este ha sido un año bastante complejo.
“Hay algunos aspectos positivos y optimistas, pero en el grueso que afecta la región -cereales básicamente-, hemos tenido un año difícil en que los precios que tenemos por nuestros productos, como el trigo por ejemplo-, están muy bajos. Hay una cotización mundial que está baja, pero hay algunas características locales y nacionales que también nos han complicados. No hay poderes compradores, algunos molinos han permanecido prácticamente cerrados y tememos que la situación que tememos que se pueda repetir”, dijo.
A lo anterior, sostuvo, se suma el hecho que la violencia rural ha afectado la inversión.
“La agricultura es más bien una actividad de largo plazo. Las inversiones que hacemos hoy se demoran 5, 6, 7 y hasta 10 años para empezar a producir. Esto claramente afecta el futuro del sector”, concluyó.
DESEMPLEO
De acuerdo a las cifras del análisis hecho por la Facultad de Administración y Negocios de la Autónoma, los sectores Comercio, Agricultura y Fruticultura, y Producción Manufacturera, registrarán un crecimiento el próximo año. Los sectores que tienen una proyección negativa en tanto, son Exportaciones y Construcción.
En cuanto al desempleo, Salas sostuvo que los ocupados hoy crecen más lento que la desocupados, registrándose un aumento de la fuerza trabajo, la caída de horas trabajadas y el incremento de jornadas parciales preocupa, así como la brecha entre el desempleo femenino y masculino que genera rigidez en el mercado del trabajo.