Publicado por: Claudio Nuñez | viernes 23 de diciembre de 2016 | Publicado a las: 10:52
Con el objetivo de proteger a los menores de edad frente al riesgo que representa el consumo de productos con sustancias aditivas o estimulantes, como son las bebidas energéticas o suplementos alimentarios que incorporan cafeína, el senador Eugenio Tuma, presentó un proyecto de ley.
Al respecto, el legislador PPD indicó que presentó este proyecto porque en la industria de alimentos la auto regulación no funciona. «Las empresas saben que en distintos países la venta de bebidas energéticas está prohibida para menores de edad, tiene regulación su publicidad sobre los riesgo y contenidos y existen contundentes informes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de entidades científicas que han recomendado prohibir estos productos a los niños y establecer una política pública de vigilancia sobre estos productos», dijo.
En Chile estos productos se venden si mayor regulación, de hecho según los reportes de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), en 2013 las ventas anuales de bebidas energéticas alcanzaron los 243 millones de dólares; y Chile es el segundo país de mayor gasto per cápita en la región, con cifras que alcanzan los 13,8 dólares.
“Se ha generado un mercado del consumo de bebidas energéticas entre los menores de edad, poniendo en riesgo la salud de los niños y de la población en general, promoviendo propiedades «energizantes» que no están comprobadas y que a su vez pueden generar riesgo, más aún si se consumen mezcladas con alcohol», advirtió el legislador PPD.
La industria, agregó Tuma Zedán, abusa de la publicidad dirigida a los niños y adolescentes que se sienten atraídos por las bebidas energéticas debido a la comercialización y publicidad como un producto eficaz para obtener mayor energía o resistencia, o por influencia dentro del grupo de amigos y la falta de conocimiento de los componentes y sus efectos en la salud.
“El alto contenido de azúcar en bebidas energéticas con cafeína es similar a otras bebidas no alcohólicas y conocidas además por contribuir a la obesidad”, añadió el congresista.
“Hagamos las cosas bien, dejemos de vender productos que ponen en riesgo la salud de los menores de edad, por lo que esperamos que este proyecto de ley sea respaldado por el Gobierno de la Presidenta Bachelet”, requirió Eugenio Tuma.
El proyecto
El proyecto del legislador PPD de La Araucanía, también estipula la prohibición de exhibir publicidad a niños y adolescentes y vender u ofrecer dichos productos mezclados con bebidas alcohólicas. Además, el etiquetado deberá incorporar la advertencia sobre los efectos a las poblaciones de riesgo, como son las mujeres embarazadas.
“Los establecimientos que vendan dichos productos deberán comprobar la edad de los menores y podrán solicitar la cédula de identidad u otro documento otorgado por la autoridad que la acredite. Si la persona no dispone de los documentos que comprueben su mayoría edad, el establecimiento no podrá vender la bebida energética”, explicó el autor del proyecto.
Además, se prohibirá la venta, suministro o consumo de dichas bebidas en los establecimientos educacionales del país.
Con respecto a la entrada en vigencia de la ley, el integrante de las comisiones de Hacienda y Economía, especificó que regirá 120 días después de su publicación en el Diario Oficial.
“Las empresas e instituciones reguladas deberán en dicho plazo adoptar las medidas necesarias para dar cumplimiento a las exigencias establecidas en la normativa”, explicó Tuma.
Los riesgos a la salud
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha elaborado estudios y recomendaciones precisas sobre estos productos. El organismo internacional sostuvo que el consumo de bebidas energéticas puede ser un peligro para la salud pública, especialmente entre los jóvenes, concluyendo que «extrañamente la venta de bebidas energéticas no son reguladas por la edad, a diferencia del alcohol y el tabaco, y donde también existe un efecto negativo en los niños, siendo un potencial problema de salud pública en el futuro”.
Por su parte, el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (SENDA) elaboró un estudio sobre prevalencia de consumo de bebidas energéticas en la población escolar de Chile en un universo de 859 mil 720 alumnos mayores de 12 años.
Dicho trabajo concluyó que «dieron cuenta de un mayor consumo en hombres y colegios particulares pagados (24,7%) de prevalencia año y un 13,0% de prevalencia mes, y un menor consumo en establecimientos públicos (9.0% mes, 17.9% año).
Entre las recomendaciones de la OMS para minimizar el daño de las bebidas energéticas están establecer la cantidad máxima de cafeína por porción; regular el etiquetado y venta a menores de edad; cumplir normas de comercialización responsable a los jóvenes; concientizar a profesionales de la salud sobre los riesgos del consumo; que los centros de atención primaria de salud proyecten el peligro de consumo; educar a la población y realizar investigaciones sobre los efectos adversos.
Asimismo, los expertos aseguran que los estimulantes contenidos en bebidas energéticas no son apropiados para la dieta de un niño o adolescente. Estudios sostienen que su consumo frecuente afecta negativamente a un apropiado equilibrio de carbohidratos, grasas e ingesta de proteínas necesarias para un óptimo crecimiento, el desarrollo y la salud.