Publicado por: DiarioTiempo21 | martes 12 de marzo de 2024 | Publicado a las: 18:09
Aumento de ejemplares ha alcanzado niveles alarmantes, al punto de poner en riesgo diversos ecosistemas de las zonas sur y austral del país, incluidas áreas protegidas con alta importancia de conservación.
En el siglo 20, en la década de los años 30, fueron introducidos en la Patagonia de Chile una gran cantidad de visones americanos. El propósito: desarrollar lo que en ese entonces prometía ser una próspera industria de confección de ropa con la piel del animal.
Pero, el negocio finalmente no se consolidó y las especies que llegaron al sur de Chile simplemente quedaron libres tras el cierre de la industria. Y, naturalmente, se esparcieron por el sector.
Posteriormente, en la década del 60, un nuevo barco con visones llegó hasta el extremo sur teniendo en el mediano plazo, el mismo destino que el grupo anterior.
Desde ese entonces hasta ahora, el visón americano, junto con el castor, constituye una de las especies exóticas (introducidas) más dañinas.
Al respecto, el biólogo y profesor del Instituto de Biología de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Sebastián Rodríguez, comenta que los visones americanos lograron ambientarse a su nuevo hábitat, pero a un alto costo para el ecosistema local, convirtiéndose con el correr del tiempo en una plaga.
«El visón americano es una especie de mamífero carnívoro de la familia mustélide, que es el mismo grupo al cual pertenecen las comadrejas y las nutrias. En la actualidad se considera una especie plaga en nuestro país, ya que afecta los ecosistemas de la zona sur y la zona austral de Chile», cuenta el académico.
Según Rodríguez, hoy en Chile se pueden encontrar especies -latitudinalmente- desde la región de La Araucanía hasta el Cabo de Hornos, y longitudinalmente, desde la Costa hasta la Cordillera. Esto lo hace particularmente dañino, pues es capaz de copar muchos espacios (ecosistemas) distintos.
«El visón americano habita especialmente los ecosistemas acuáticos, ya sea dulceacuícolas o marinos. Sin embargo, tiene la capacidad de moverse rápidamente hacia otros ambientes más secos, pudiendo afectar no sólo las especies de ambientes acuáticos, sino que también a animales terrestres, ya sea atacándolos o alimentándose de ellos», señala el profesor Rodríguez.
Otro aspecto que ha activado las alertas sobre el visón americano es su posibilidad de transmitir el Covid 19 hacia los humanos: «Efectivamente, puede transmitir esta enfermedad a los humanos, sin embargo aún no existen casos registrados en nuestro país originados por este tipo de contagio, ya que el visón se mueve en espacios abiertos y silvestres donde no existe hacinamiento».
«En otros países, en donde existe un mayor desarrollo de la industria peletera, los contagios entre el animal y los trabajadores de las fábricas son más frecuentes: Holanda, Dinamarca y España son algunos de ellos», agregó el investigador.
En ese sentido, Rodríguez detalló también que el visón americano es fuente de enfermedades que son transmitidas a las especies nativas de Chile, lo cual afecta gravemente el ecosistema, convirtiéndose así el pequeño mustélido en una especie exótica invasora.
«El principal daño del visón americano a nuestro ecosistema, junto con la transmisión de enfermedades y patógenos, es la depredación a distintos animales que forman parte de nuestro ecosistema», puntualiza el profesor Rodríguez.
Finalmente, lo más importante: el académico recomendó que «para hacer un control efectivo de esta especie, se debe tratar cada zona en donde se ubica de manera diferente, ya que cada ecosistema en donde este animal ha logrado adaptarse es distinto».
¿Y qué ha hecho el Estado por este tema? En 2019 se anunció la creación, por parte del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) y el Gobierno Regional de Los Lagos, de un programa de erradicación del visón americano en el archipiélago de Chiloé.
Previamente, el mismo SAG ya había implementado un plan para abordar el problema en las regiones de Los Ríos y Los Lagos, a partir del cual el Ministerio de Agricultura trabajó en un plan de intervención en las provincias de Cautín (La Araucanía); Valdivia y Ranco (Los Ríos); Osorno y Llanquihue (Los Lagos).
Pero, según consigna un reporte de El Desconcierto, el plan -que terminó en 2023- no dio los resultados esperados: con cámaras trampa, denuncias y trampas, en 5 meses -entre noviembre de 2022 y marzo de 2023- capturaron solo 313 ejemplares.