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Opinión: Comisario coordinador para el sur

Publicado por: Claudio Nuñez | domingo 26 de abril de 2020 | Publicado a las: 12:04

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Recientemente se nombró a un coordinador, Francisco Merino Díaz, para enfrentar el combate a la violencia rural en las regiones Biobío, La Araucanía, Los Ríos y Los Lagos (…) Mucho se discute, pero hay que considerar que coordinar es disponer ordenadamente, mediante métodos o sistemas determinados a medios técnicos y recurso humano.  Es decir, se trata de una persona que desempeña un cargo o función específica, por encargo o delegación de una autoridad superior, que a la usanza de la antigua Unión Soviética, se le llamaba “Comisario Político”.

 

 

Texto escrito por Jorge Aguirre Hrepic, consultor en Inseguridad, Criminalista – Criminólogo.

 

Siempre ha costado vivir en tranquilidad, ya que las amenazas  visibles o latentes son parte de la experiencia de vivir. Por lo tanto el ser humano, se ha tenido que organizar para protegerse de alguna forma.

De ahí, que la necesidad de seguridad, de paz y de armonía, es básica, en la escala de prioridades humanas, después de alimentarse, procrear, estar sano, abrigarse y respirar.

Por lo tanto la seguridad cuando se vulnera, incluso a nivel de percepción, hasta como algo abstracto; surge la “Inseguridad”.

Ahora bien, cuando hay certitud material de actos que generan  intranquilidad, temor, miedo, pánico, se pasa a la fase más compleja, y que afecta al individuo, su grupo familiar y de amigos. Es un viaje sin retorno, porque cuesta recuperarse de los actos traumáticos.

En tal sentido, se crean legalmente  instituciones y organismos, de carácter público, para proteger a la ciudadanía y también surgen empresas para brindar servicios inherentes en materia de seguridad privada. En definitiva todo vale, con tal de vivir tranquilo.

Desde hace mucho tiempo, en este medio de comunicación, hemos advertido, de las amenazas de todo orden,  que aprovechándose de las debilidades del sistema estatal para brindar seguridad, materializan sus atentados, asaltos, quemas, bombazos, usurpación, y otras actividades delictivas.

En este orden de ideas, la zona sur de Chile, desde hace años, ha sido un escenario sin tarima de un espectáculo de violencia, único e irreversible por cuanto, nadie ha reaccionado como se espera, ya que quienes atacan, se arrogan una potestad superior al Estado, ya que saben, que la sociedad jurídicamente organizada, marcada por una deformación histórica, ha optado por aplicar el concepto de dejar hacer, debiendo los particulares asumir el costo de toda la pérdida ocasionada. Las cifras son alarmantes.

La medida de moda, siempre ha sido, dotar visiblemente y con parafernalia, de medios humanos y logísticos de agentes de la ley, para que se vea que algo se hace. El problema mayor, es que la irresponsabilidad del Estado, ha permitido que el flagelo de la violencia aumente exponencialmente.

En Santiago, la capital del reino, donde a las autoridades dirigentes tanto les gusta mirar hacia otros países y considerarlos “referentes”, esta vez no han reparado en nada. Por eso deben considerar lo ocurrido en México, con el levantamiento del ejercito zapatista en Chiapas; en España, actividades de la ETA en la zona Vasca; en Cuba en la Sierra Maestra, en la selva colombiana con las FARC y ELN, en Siria con el estado islámico. En varias partes del mundo, los conflictos han empezado despacito, y luego se han transformado en una pesadilla imparable, hasta cuando se despierta la voluntad de solución.

Las actividades terroristas aprovechan todos los escenarios para cumplir con sus objetivos, y paso a paso van midiendo los niveles de respuesta del aparato estatal. Por ejemplo, en Chile, saben que el arma secreta, es la presentación de “querellas”, lo avalan más de 700 querellas por violencia rural en 15 años.

También, como medidas de control, se ha dispuesto de interventores o delegados presidenciales para estas materias de seguridad en el sur de Chile, como cuando se nombró al inspector general de Carabineros, Carlos Carrasco Hellwig, como jefe de plana mayor especial interregional después de la muerte del matrimonio Luschinger-Mackay. Luego, por unos días tuvimos  a la delegada Andrea Balladares, algunos dirán que fue por el tema de la pandemia que nos afecta, pero la seguridad es parte de un todo.

Recientemente se nombró a un coordinador, Francisco Merino Díaz, para enfrentar el combate a la violencia rural en las regiones Biobío, La Araucanía, Los Ríos y Los Lagos.

Las reacciones de todo tipo no se han hecho esperar, siendo las más draconianas, aquellas que hacen alusión a que no tiene las competencias, experiencia ni capacidad para cumplir tan delicada función.

Mucho se discute, pero hay que considerar que coordinar es disponer ordenadamente, mediante métodos o sistemas determinados a medios técnicos y recurso humano, y dirigir el trabajo para cumplir una actividad en común.

Es decir, se trata de una persona que desempeña un cargo o función específica, por encargo o delegación de una autoridad superior, que a la usanza de la antigua Unión Soviética, se le llamaba “Comisario Político”.

Ergo, el Sr. Merino, es un “Comisario Coordinador para la macro zona sur de Chile”, funcionario de confianza del Presidente de la República.

No crean que por ser constructor civil y ex jefe del servicio de vivienda y urbanismo Biobío, se va a dedicar a la construcción de casas a través del subsidio habitacionalpara los violentistas, yo no lo creo.

Asumo, que tiene claras y precisas instrucciones, de como un “mariscal de campo”, realizará acciones a través de su estado mayor, para combatir frontalmente el crimen en estas cuatro  regiones, con todos los recursos disponibles y máxime que tiene línea directa, sin conducto regular, con su excelencia.

Debe haber paciencia, hay que dejarlo trabajar, que muestre sus cartas, a lo mejor, saca más de un conejo del sombrero, y que pasa si nos da una agradable sorpresa.

Hasta los terroristas, están felices con el nombramiento, tanto, que para darle la bienvenida, organizaron quema de camiones y ataques a fundos, con cotillón incluido.

Llegó la hora de cooperar, en una de esas hace lo que otros no, y escucha a los que algo saben del tema, se asesora bien, coordina eficazmente los medios y los utiliza en las zonas estratégicas. Da luz verde al uso táctico de los medios de fuerza.

Sureños, deben tener paciencia, esta tarea no es fácil, por más de que sea una herramienta política a la hora de las elecciones, para ser “segurito”, hay que estudiar y tener química con los procesos, al igual que un pastelero.

Las cuatro regiones enunciadas tienen problemas distintos, especialmente en cuanto a la operatoria y modus operandis delincuencial,  salvo el sector sur de la región del Biobío y La Araucanía, con sus dos provincias, donde se concentra el conflicto “Cuasi asimétrico”, ya que las fuerzas insurrectas ganan por goleada, por lo tanto este nuevo director técnico, que es el comisario coordinador, deberá ordenar su equipo, entrenar en una cancha de barrio, sacarle estado físico a sus jugadores, jugar con todo tipo de balones y sin importarle la camiseta, ya que el partido de octavos de final, se jugará en una cancha antirreglamentaria, y el árbitro tiene cara de ser de una ONG, un tanto parcial, hacia el equipo que supuestamente es más débil.

Sr. Director técnico, ignoro el tiempo de duración de vuestro partido, pero intuyo que no es muy largo, por lo tanto buenas instrucciones a su delantera y refuerce la defensa, olvídese del medio campo que son los amantes de empatar con opiniones, juegue a ganar, ya que el empate no le sirve a usted ni a Chile.

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