Publicado por: Claudio Nuñez | domingo 17 de noviembre de 2019 | Publicado a las: 10:50
“La indignación frente al aumento de 30 pesos en la tarifa del metro de Santiago fue la chispa que encendió un pasto muy seco a lo largo de todo Chile, que ahora debemos entre todos hacer reverdecer”.
Pedro Urrutia, Jefa de Operación Social de Hogar de Cristo.
Esta trilogía explica la actual crisis social. No reconocer que entre un 30 y un 40% de la población del país se siente abandonado, abusado y angustiado por un sistema profundamente desigual es haberse quedado con que somos el país con el mayor ingreso per cápita de Latinoamérica y no haber leído la “letra chica”: somos también el con mayor desigualdad del continente.
La Araucanía es buen ejemplo de esto: 170 mil personas viven en situación de pobreza en nuestra región, el 60,7% de ellas habita en zonas rurales y en las ciudades hay 400 en situación de calle. Hoy más de 220 mil los niños y jóvenes por su extrema vulnerabilidad están fuera del sistema escolar; 400 mil las familias viven como allegadas; y 8 de cada 10 adultos mayores tienen ingresos por debajo de la línea de la pobreza. La indignación frente al aumento de 30 pesos en la tarifa del metro de Santiago fue la chispa que encendió un pasto muy seco a lo largo de todo Chile, que ahora debemos entre todos hacer reverdecer.
Hogar de Cristo, Fondo Esperanza y Techo trabajamos en los territorios más excluidos y conocemos esta realidad de vulneración permanente. Ahora nos hemos unido en una iniciativa de participación inédita que denominamos “Círculos Territoriales” para dar voz a las poblaciones con que trabajamos: jefas de hogar, adultos mayores, jóvenes fuera del sistema escolar y/o laboral, personas con discapacidad mental, habitantes de campamentos… Ellos, con ayuda de una metodología y una aplicación digital probada, harán el diagnóstico de lo sucedido, levantarán sus problemas más urgentes y darán sus propuestas de solución para cada uno. Nosotros entregaremos el sentir y el pensar de 60 mil personas de Arica a Punta Arenas a las autoridades a fines de diciembre, aspirando a que los invisibles y mudos esta vez sí sean considerados.