El presidente de Argentina, Javier Milei, ha anunciado una serie de medidas económicas que incluyen la eliminación de impuestos sobre las compras realizadas en el exterior. Esta decisión busca reducir el costo de productos importados y facilitar que los ciudadanos argentinos puedan acceder a bienes a precios más bajos, especialmente aquellos productos que se encuentran más baratos en mercados internacionales.

La medida tiene un impacto directo sobre los impuestos que hasta ahora gravaban las compras realizadas por los argentinos a través de plataformas de comercio electrónico extranjeras, y representa un intento por aliviar el peso de la inflación en el país.

El enfoque de Milei refleja una estrategia orientada a la apertura comercial y la búsqueda de alternativas más económicas para los consumidores en medio de una economía local golpeada por la alta inflación.

En particular, se destaca un guiño hacia países como Chile, donde muchos productos tienen precios significativamente más bajos debido a la diferencia de impuestos y políticas económicas.

Esto ha abierto un debate sobre el impacto que podría tener esta política en la competitividad del comercio local, con voces críticas que aseguran que la medida podría perjudicar a las pequeñas y medianas empresas nacionales al generar una mayor fuga de consumo hacia el exterior.

Además, el presidente Milei ha subrayado que esta medida tiene como objetivo incentivar el comercio transfronterizo y hacer frente a las dificultades económicas que enfrentan los argentinos, buscando así mejorar el poder adquisitivo de los ciudadanos.

Si bien algunos sectores celebran esta política como un respiro ante la inflación, otros argumentan que la eliminación de estos impuestos podría hacer más difícil la recuperación de la industria nacional.

En este contexto, la decisión de eliminar los impuestos sobre las compras en el extranjero también podría ser vista como un intento por mejorar la competitividad de Argentina frente a sus vecinos y reducir la presión sobre los consumidores que, debido a la devaluación de la moneda y la inflación, se han visto obligados a recurrir a mercados internacionales en busca de precios más accesibles.