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Salud

¿Mientras más sudamos, más grasas quemamos?

Publicado por: Karina Pavez | viernes 31 de julio de 2015 | Publicado a las: 14:05

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Si bien hay un grupo grande de personas que practican el deporte por pura diversión hay otro grupo, bastante grande, que lo hace pensando solo en poder lograr el peso ideal. Y por supuesto, uno de sus deseos comunes es la quema de grasas.

Porque cuando quemamos grasa, dejamos expuesto el músculo. Nuestro cuerpo se ve más torneado, atlético, fuerte y por supuesto, en muchos casos delgado. Y por eso que es que la frase «cómo quemar grasas» es tipeada a velocidades impresionantes en distintos motores de búsqueda alrededor del mundo.

Y una de las cosas que se ha masificado en el imaginario popular sobre la quema de grasas es que el sudor va de la mano con ella. Y por ende, mientras más sudor, más grasa estás quemando.

Muchas personas piensan que si el ejercicio que están realizando no los hace sudar de manera profusa, no están «quemando grasa». Pero la verdad es que no es una matemática tan sencilla. Si el sudor fuese indicador de «quema de grasa» en cada uno de nosotros, podríamos estar quemando grasas en situaciones de descanso o de mínima actividad, como cuando caminamos en la calle en un día caluroso, disfrutando con nuestros amigos en la playa, estando en un auto sin aire acondicionado y hasta en situaciones menos agradables como cuando tenemos fiebre o los nervios alterados. Si el quemar grasa fuese simplemente botar líquido de nuestro cuerpo, en verano la mayoría de nosotros tendríamos el cuerpo que siempre soñamos.

Y esta es la verdad acerca del sudor: el sudor es la manera que tiene nuestro cuerpo de autorregular la temperatura. Es decir, cuando empezamos a recalentarnos porque la temperatura externa sube o realizamos un esfuerzo físico que produce que nuestra temperatura interna se eleve, el cuerpo hace que esas pequeñas gotas de agua que segregan las glándulas sudoríparas hacia la piel se evaporen, y vayan «refrescando» el organismo.

Ahora cuando estás haciendo ejercicio, el sudor es una indicación de que te estás esforzando en tu rutina, pero no significa per se que estés quemando grasa.

Quizás tus glándulas sudoríparas son más propensas a sobreactuar y sudas más y más rápido que otra persona, pero no quiere decir que quemas más grasa. Y puede que hasta te sientas más delgado después de hacer ejercicio intenso y sudar hasta los ojos, pero esa sensación se debe la perdida de volumen del agua en tu cuerpo. Cuando tomas agua, lo vuelves a recuperar. Y no es que estés recuperando «la grasa que quemaste», estás restableciendo tus reservas de líquido, eso es todo. El sudar nos ayuda a eliminar exceso de líquido y de toxinas, y puedes perder peso de líquido pero ese peso lo recuperarás cuando vuelvas a ingerir líquidos.

Una de las cosas más recurrentes es el uso de fajas y hasta trajes para sudar cuando se hace ejercicio para ayudar a la «quema de grasas». Las fajas generan más calor en la zona donde te las pongas, por lo que transpiras mas. Haz la prueba y mídete así: antes del ejercicio, después de sudar con una faja (donde quizás verás que los números bajarán) y tres horas después (donde tristemente verás que los números aumentarán).

Quemar grasa es un proceso más complejo que se da cuando haces el ejercicio correcto con un plan de alimentación adecuado. Sudar, meterse en saunas, usar fajas durante el ejercicio, son medidas que por sí solas no harán que la grasa de tu cuerpo se evapore, como el agua. Haz un plan de ejercicio completo, diseñado con una alimentación acorde a tus metas: ahí empezarás a quemar grasas en serio.

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