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Microempresarios del carbón: el rentable negocio que une a mapuches y forestales

Publicado por: Claudio Nuñez | martes 9 de mayo de 2017 | Publicado a las: 11:33

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Un proyecto para hacer carbón con madera residual de los raleos de dos empresas forestales, permitió crear un sustentable negocio para un grupo de comunidades mapuche en la comuna de Chol Chol.
En una región donde se acostumbra a decir que entre comunidades y empresas forestales solo hay enemistad, surgen historias que demuestran lo contrario. En los sectores de Repocura y Malalche en Chol Chol, hace tres años que Forestal Mininco de CMPC y Bosques Cautín comenzaron una relación productiva con sus vecinos mapuche quienes terminaron convirtiendose en microempresarios del carbón, producto para el que tienen una marca creada y que hoy distribuyen dentro y fuera de la región.
Newén Kütral
La Cooperativa Newén Kütral agrupa a 15 comuneros mapuche de la zona, que mancomunadamente con un gestor del proyecto y las empresas forestales, postularon la idea a la  Fundación para la Innovación Agrícola (FIA) logrando fondos por cerca de 200 millones de pesos.
“A nosotros esto nos cambió la vida, antes cada uno trabajaba el carbón, pero por su cuenta. Yo lo iba a repartir en carreta a Temuco, ahora tenemos maquinaría, vehículos, bolsas y repartos en Villarrica, Pucón, Freire, Lautaro y otras ciudades de la región”, dice José Curamil, presidente de la Cooperativa.
Cuenta que “tenemos brigadas, cada una se reparte en los predios. Las forestales nos avisan cuando podemos ir a retirar los desechos, vamos con bueyes y acarreamos toda la madera, de ahí un camión se encarga de sacar los troncos y llevarlos a los hornos. Ahí hacemos el carbón y lo traemos después a nuestro centro de producción en Chol-Chol, donde con maquinaría que logramos gracias al proyecto, hacemos las briquetas y las bolsas para repartir”.
Actualmente el producto estrella son bolsas parrilleras de carbón que las entregan a supermercados y pequeños locales comerciales de la región, pero quizás lo más atractivo es la forma cómo lo producen. “El trabajo es bastante extenso, en un día podemos limpiar una hectárea de terreno, pero nos quedamos como 3 o 4 días acampando porque hay que bajar con bueyes la madera al camino, luego hay que traerla a los hornos, tenemos de dos tipos; de tierra que son de tres metros de profundidad y donde introducimos los troncos, se prende fuego y luego se tapan, ahí se carbonizan los troncos no se quema, porque no hay oxígeno, este proceso puede tomar una semana; el otro -más moderno- es con hornos metálicos que instalamos en distintos puntos y que cumplen la misma función, pero se demoran un día en producir”, cuenta Germán Curamil, integrante de la Cooperativa.
 
El proyecto
La idea central nació de Marcelo Molina, hoy coordinador general del proyecto, quien reunió a las comunidades y les contó la idea, generó un grupo de trabajo y convenció a las forestales de otorgar la materia prima. Luego, postularon en conjunto a los fondos.
Molina cuenta que tras tres años se han invertido aproximadamente 200 millones de pesos. “Mi tarea es que los dineros que nos entregan el Fondo de Innovación Agraria y lo que entregan las forestales  se utilicen de buena forma. Hemos comprado maquinaria, pagamos el arriendo de un galpón donde se hace el carbón, construimos los hornos, compramos equipamiento de trabajo, adquirimos un camión para el reparto, pagamos capacitaciones, etc.”, relata.
Del 2015 a la fecha, ya han logrado trabajar cerca 1.200 hectáreas de bosque en predios de la comuna de Chol Chol, cercanos a las viviendas de los integrantes de la cooperativa, lo que les ha significado un cambio rotundo en sus vidas.
“Nosotros estamos muy agradecidos, porque nos regalan la madera, antes vendíamos poco carbón porque producimos muy poco, todos tenemos algunas hectáreas de terreno, pero la madera era escasa”, asegura Andrés Morales, otro de los integrantes de la Cooperativa a quien encontramos en el proceso de traslado de los troncos desde un fundo de Forestal Mininco hacia los hornos.
“Para nosotros, las forestales son nuestro socios. Creo que las comunidades que piensan lo contrario están muy equivocadas porque uno tiene que conversar las cosas, así salen grandes proyectos como éste”, agrega.

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