Publicado por: Claudio Nuñez | sábado 14 de agosto de 2021 | Publicado a las: 11:13
Desde el año 2020 con la llegada del covid-19 al país, ocurrieron una serie de cambios que afectaron a la población, social y económicamente. De esta forma, es como nació la idea de poder ayudar a pacientes, familiares y personas en la región de La Araucanía en tiempos difíciles, entregando ayuda en alimentos, ropa de abrigo, materiales de construcción, paños para adultos y niños, entre otros, esperando aliviar en parte las dificultades de muchos hogares e intentar superar esta catástrofe entre todos.
La impulsora de esto, fue la Dra. Pilar Iturriaga, jefa de servicio de Cirugía Pediátrica, quien afirmó que “si bien comenzamos a reunir fondos internamente, la idea fue difundida con éxito en todo Temuco, sumando más profesionales de la salud a cooperar en esto, incluyéndose clínicas y CESFAM”.
Para determinar cuáles eran las zonas más afectadas por la contingencia, se colaboró junto a representantes de la comunidad, a través del CODELO (Consejo de Desarrollo Local en Salud) una organización comunitaria, sin fines de lucro, que permitió entregar ayuda dirigida a las personas que más lo necesitaban en la región de La Araucanía.
Respecto a lo anterior, Eusebio Aravena, presidente CODELO de Pedro de Valdivia y vicepresidente de COSOC del HHHA, expresó que “aparte de todo el esfuerzo que han hecho en esta pandemia, en su labor como médicos, también se han puesto la mano en el corazón, y por este humilde servidor, han dado lo más valioso que se puede dar a alguien, que es compartir el pan que está en tu mesa”.
Esta emotiva ayuda permitió que los médicos en conjunto con las organizaciones comunitarias, se integren en la ayuda a ollas comunes, las cuales entregan diariamente almuerzo a grandes grupos comunitarios, haciendo un trabajo cooperativo que ha permitido acercar a todos los involucrados en una causa común, como es enfrentar esta pandemia y sus consecuencias.
“Hay una olla común que es muy especial para nosotros y con la cual hemos estado desde el principio de esta iniciativa, que se llama Esperanza de Chivilcán, a cargo de la dirigente Irma Vidal. Ella es una gran mujer, organizada y con una tremenda energía, pudimos compartir con ella los inicios de su trabajo, cuando contaba con lo mínimo para hacer funcionar la olla común, gracias a su fuerza, empuje, la ayuda de la comunidad y la nuestra, pudimos hacer que el lugar creciera y tuviera la infraestructura adecuada para dar más de 150 almuerzos diarios, cocinados por estas maravillosas mujeres”, agregó la Dra. Iturriaga.
De acuerdo con esto, Irma Vidal, la dirigente de la olla común Esperanza de Chivilcán, quien a su vez es presidenta de la Agrupación Centro Cultural Chivilcán, expresó que “vi a mis vecinos pasar muchas necesidades y también los campamentos que se formaron cercanos a nuestro sector, que a su vez son nuestros vecinos. Entonces, nos juntamos como agrupación para poder ayudar a las personas que estaban sufriendo un problema tan terrible como el hambre, además, de que tenemos personas adultas mayores y jóvenes, que están postrados”.
Esta ayuda comunitaria que comenzó en febrero del año pasado por parte de la agrupación, fue apoyada por los funcionarios de salud del HHHA en marzo y “desde ese tiempo ellos no se han apartado de nosotros, han estado más de un año trabajando, ayudando acá. Nos sentimos muy acogidos por ellos, siempre apoyándonos cuando necesitamos ayuda, yo le hablo a la doctora y responde al llamado. Gracias a los doctores del hospital, nosotros aún seguimos funcionando como olla común”, agregó Irma Vidal.
En la actualidad, los funcionarios del hospital aún siguen ayudando en esta noble tarea de manera altruista, resaltando la visión de humanización que tiene el Hospital Dr. Hernán Henríquez Aravena.