Vaibhav Bedi, un joven de 26 años de Nueva Delhi, decidió presentar una demanda judicial contra Axe por publicidad engañosa y daños psicológicos irreparables tras verificar que los productos comercializados por la marca -desodorantes, after shave, gel de baño, etcétera- no tenían el efecto de seducción que se mostraba en las campañas de publicidad.

Bedi, que nunca tuvo éxito con las mujeres y cayó en una profunda depresión por la inexistencia del efecto Axe, decidió presentarse ante los tribunales tras vivir un episodio especialmente frustrante con una mujer que le sacó de su casa a escobazos. «¿Dónde diablos está el efecto Axe?», se preguntaba Bedi en su denuncia.

«He utilizado los productos de Axe durante más de siete años, desde el colegio hasta ahora, y ninguna chica ha aceptado tomar un simple café o té conmigo, aunque estoy convencido de que podían percibir el aroma de los perfumes o desodorantes. Siempre los utilicé en abundancia para asegurarme que las mujeres los percibieran y fueran seducidas por el olor, como ocurre en los anuncios de televisión», apuntaba en su demanda.

El ciudadano indio, que aportó gran parte de los productos utilizados como prueba dentro de la denuncia, insistió además que siempre siguió las instrucciones expuestas en los productos para no dañarlos.

«Los almacenaba en un lugar fresco y seco, y estaban lejos de la luz directa o del calor. Además, siempre me aseguré de que la distancia entre la boquilla del desodorante y mi axila fuera por lo menos de 15 centímetros, pero nunca funcionó. Esto sólo puede implicar que Axe ha realizado afirmaciones falsas».

Vaibhav Bedi solicitó una indemnización de 28.000 euros por haber abusado de su confianza, haber realizado una publicidad engañosa y haberle generado un tremendo daño psicológico. Ningún directivo ni abogado de Unilever o Axe aceptaron nunca pronunciarse sobre esta singularísima denuncia.