Habla la vocera de los 10 comuneros mapuches detenidos y esposa de ex CAM

Dice que Carabineros cuidan vacas y en el fundo Carillanca el trigo. “Son tantos los recursos públicos que se gastan… si quieren cuidar sus predios que pongan guardias privados”.

 La profesora de educación diferencial aseguró que el conflicto se va agudizando porque los comuneros están en prisión preventiva y no se les ha entregado tierra ni agua.

Por Tania Márquez K.

Lissette Melillan, tiene sólo 33 años. Su esposo, Luis Tralcal, ha sido vinculado a la CAM y hoy es uno de los 10 detenidos acusados del atentado en que murió el matrimonio Luchsinger-Mackay.

Hace pocas semanas asumió como vocera de los “presos políticos mapuches”, vecinos de su sector, quienes están tras las rejas en prisión preventiva por estar acusados a la muerte del matrimonio.

Su objetivo de lucha ha estado vinculado a que dejen en libertad o con arresto domiciliario a los comuneros, cuestión que la ha llevado a contratar a sus propios abogados, aunque sin buenos resultados.

Hoy habla sobre la lucha de su pueblo, la detención de los comuneros, la quema de las iglesias y cuáles son las necesidades reales de la lucha mapuche.

¿Qué le parece el fallo de la Corte Suprema que confirmó la sentencia dictada en abril pasado por el tribunal de alzada de Temuco, que rechazó los recursos de amparo presentados por las defensas de los comuneros imputados y donde se pedía revocar la medida cautelar?

-Los abogados vaticinaban que el recurso estaría en contra, porque pareciera que acá en La Araucanía sólo existe la prisión preventiva, no el arresto domiliciario ni la firma. No hay comparación con los casos de Santiago donde hay situaciones más complejas como el caso Soquimch y la nuera de la presidenta Bachelet, que sí tienen arresto domiliciario y sí optan a grandes condenas. Por lo mismo frente a eso hemos sido muy escépticos frente al funcionamiento de los tribunales.

Es decir, consideran que no hay una división del estado, con sus tres poderes…

-Técnicamente los abogados nos aseguran que no se puede continuar con prisión preventiva porque la única prueba es la acusación del testigo que ya se desdijo, pero esto tiene que ver a tanta presión política sobre el caso y los jueces al parecer no actúan en  forma autónoma.

Creen que se trata de una presión realizada por el Gobierno, para así tener culpables de la muerte del matrimonio Luchsinger-Mackay.

– El caso Luchsinger-Mackay es el más complejo del conflicto mapuche y los gremios de empresarios agrícolas están pidiendo hace mucho tiempo condenas y fue tanta la presión que el gobierno ejerció sobre la PDI que ellos están trabajando con estas prácticas que se vienen repitiendo. Hay tres testimonios que dicen que la PDI los tomó detenidos y querían hacer firmar una declaración y no quisieron hacerla y hay personas de la PDI que han amedrantado a la gente. Un ejemplo es el señor Vilches (nombrado por el testigo como quién lo presionó para denunciar a los comuneros), que ha tenido querellas por procedimiento irregular en territorio mapuche, por eso estamos viendo que el gobierno está institucionalizando las prácticas de amenazas y torturas, para tener resultados en estas situaciones y así perseguir a nuestros dirigentes.

Durante las últimas semanas ha salido a la luz pública un grupo de resistencia mapuche denomina “Weichan Auka Mapu”, quienes han reivindicado las quemas de las iglesias. ¿Qué relación tienen con ellos?

-En general todos los movimientos que tienen esta forma de lucha más confrontacional para nosotros es una forma de resistencia para pedir la libertad a los presos políticos, porque entendemos que ello son una consecuencia de la búsqueda por la liberación del territorio. Entonces políticamente siempre es correcto pedir libertad o un juicio con un debido proceso y las comunidades han entendido eso. Acá el gobierno no pronosticó la injusticia que se estaba llevando y que con estas decisiones habría una agudización del conflicto.

¿Entonces son acciones que se seguirán llevando a cabo?

-Es que se han dado cuenta de la injusticia de estas detenciones, porque ese testigo de la PDI cuando se desdijo lo único que contribuyó a que las comunidades se enojaran. Nosotros desde el diálogo no hemos tenido ninguna respuesta, de hecho los territorios que se han recuperado, de buena calidad, ha sido a través de la lucha y el estado nunca nos ha dejado otra acción que luchar de esta forma, y por eso decimos que es el estado ha generado que se ejerza violencia política, pues no queda otra forma, y por lo demás hay que recordar que todos estos atentados ocurren en territorio mapuche y son comunidades cercadas y ocupadas por latifundistas. No es algo antojadizo.

Sí pero quemaron seis iglesias ya. ¿Qué tienen que ver con la reivindicación de tierras?

-Nosotros no vamos a cuestionar las decisiones de las comunidades en forma autónoma. Este tema de las iglesias aparece después de la detención, es decir es una agudización del movimiento y que el estado no ha sido eficiente a través de todas las políticas públicas para resolver el tema.

¿Pero cuál es la razón por la cual se queman iglesias?

-Porque ellas tienen algo qué decir. Cuando se habla de deuda histórica, no se habla sólo de una deuda del estado, sino de la sociedad en su conjunto. La iglesia católica por supuesto que debe responder porque tienen muchos predios mapuches ocupados y no se ha obtenido respuestas. El seminario San Fidel se les entregó en las manos las llaves a las comunidades  y luego con violencia los desalojan, o sea cuál es la política: el diálogo o la violencia.

¿Y las iglesias evangélicas?

-Ellos son más emergentes y tienen más presencia en las comunidades y bueno sí sabemos que la gente que se mete en las iglesias no los dejan participar en los ngillatun porque dicen que es un acto de obedecer a otros dioses, pero son dioses que nos pertenecen, el Dios que ellos nos traen es impuesto. Respetamos a quienes han entrado a las iglesias evangélicas, pero no estamos de acuerdo que nos vengan a imponer a qué Dios no debemos rendirle culto porque estábamos antes que ellos. Ellos son unos usurpadores, que vienen de la mano de la conquista. Cuando se habla de interculturalidad no se trata sólo de ponerle nombre en mapudungun a los servicios públicos, se habla de un respeto real y eso no se ha dado. Las creencias de las personas deben ser respetadas y las iglesias han trastocado las creencias de nuestro pueblo.

Pero quemar iglesia es atacar al corazón de la ciudadanía y eso lo han manifestado quienes acuden a ellas…

-No somos quien para decirle a las comunidades cuáles prácticas son correctas o no y vamos a ver cómo se desarrollan los hechos porque pueden haber acciones demonizadas pero que con el tiempo se va comprendiendo, recordemos que el primer atentado fue el año 1997 y de a poco entendieron que no había otra vía. El movimiento mapuche tiene tantas mutaciones y esperamos que sea para bien, porque créeme que también cansa la violencia que ejerce el Estado. Nosotros no vamos a llorar porque nos vengan a allanar porque entendemos que es parte de la lucha y por eso te digo que esta es consecuencia de nuestra lucha.

¿Entonces qué debe hacer el Estado?

-Acá los agricultores y mapuches estamos en lados opuestos, pero el principal responsable es el Estado de no dar respuesta política a este tema. El asistencialismo no es una respuesta, la represión no es una respuesta.

 Quiere decir entonces, que es el Estado el responsable de estas acciones…

-Es responsable porque cuando reprime, agudiza y  cuando da asistencialismo, no resuelve. Si aquí el tema es territorio y cuando lo tengamos va a terminar el conflicto, ni siquiera necesitamos ayuda, sólo necesitamos tierra y agua. Yo estoy en el predio que queda en la frontera del fundo de los Luschinger y Carabineros anda cuidando vacas y en el fundo del Inia Carillanca andan cuidando trigo. Entonces son tantos los recursos públicos que se gastan, si quieren cuidar sus predios que pongan guardias privados. Mejor que inviertan esa plata en comprar tierras a las comunidades, cuánto se ahorrarían en estos atentados.

Lectura de foto

“No estamos de acuerdo que nos vengan a imponer a qué Dios no debemos rendirle culto porque estábamos antes que ellos. Ellos son unos usurpadores, que vienen de la mano de la conquista”.