Publicado por: Claudio Nuñez | domingo 6 de septiembre de 2020 | Publicado a las: 23:10
La amistad de ambos se remonta a los años 80 cuando el artista era alumno y un profundo investigador de la cultura ancestral. Desde ese tiempo, ambos han desarrollado una intensa agenda de conferencias y exposiciones tanto en el país como en el extranjero.
Para quienes han seguido de cerca la trayectoria la trayectoria de Elicura Chihuailaf, no es desconocido la relación de amistad y compromiso del poeta con el artista visual, investigador de pueblos originarios, escritor, académico, consultor y conferencista de patrimonio indígena, Eugenio Salas Olave.
La amistad de ambos se remonta a los años 80 cuando el artista era alumno y un profundo investigador de la cultura ancestral. Desde ese tiempo, ambos han desarrollado una intensa agenda de conferencias y exposiciones tanto en el país como en el extranjero.
Salas, desde los 14 años comenzó a plasmar sus primeras pinturas, como un brillante autodidacta en el arte de la pintura. En 1983 viaja a Temuco e ingresó a estudiar Artes Plásticas en la Universidad Católica de esa ciudad. Y el año 1990 estudia Licenciatura en Arte, mención Pintura en la Universidad de Chile en Santiago.,
Tiempo21 fue testigo cuando en 2012, Salas y su amigo Jaime Candia se esmeraron en maratónicas reuniones de trabajo, para reunir todos los antecedentes curriculares, artísticos y especialmente literarios, para solicitar a la Universidad de la Frontera que se adhiriera a las decenas de artistas y destacados personajes y organizaciones de todos los sectores del país y la región, que estaban dispuestos a apoyar la postulación del poeta al Premio Nacional de Literatura.
Luego del compromiso de la Ufro para sumarse a esa tarea, también la UC se sumó, como tantos otros. De eso fue testigo este medio.
No obstante el conocimiento mutuo, en el 2016 envió una carta al jurado que se encargaba de discernir acerca del Premio Nacional de Literatura. Cuando el poeta la leyó en las redes sociales -porque Salas la escribió sin informar a Chihuailaf de su objetivo, el flamante ganador de tan alta distinción literaria llamó a su amigo para decirle que leerla lo llevó a reconocer que esas líneas era lo mejor que había leído acerca de su obra y compromiso con el Wallmapu.
El mensaje de Salas al jurado
Señores
Jurado Del Premio Nacional De Literatura 2016
Presente
Me dirijo a Ustedes a fin de exponer lo siguiente:
En este año 2016 la definición del Premio Nacional de Literatura (Poesía), tiene un sentido y una oportunidad para Chile, como estado multicultural que mira de frente con sensibilidad profunda las raíces de su identidad diversa que nos une y nos conforma.
Para nuestro pueblo mapuche, nación, identidad y estética tempranamente reconocida por Ercilla y Oña, profundizada por Gabriela Mistral y Pablo Neruda, la voz poética de Elicura Chihuailaf Nahuelpan, es la expresión más genuina de las voces de los hijos de la tierra y el cielo; una suerte de creador que pocas veces se dan en los pueblos y que por lo mismo, a veces, son tardíamente reconocidos por sus contemporáneos.
La poesía de Elicura Chihuailaf, cual fuego de una tradición primigenia recorre infancia, adolescencia, juventud, adultez y vida comunitaria, siguiendo el discurso del üll, güll, tayul (cantos) y el romanceo; porque allí está el tugun (la historia), el gonui mapu (la toponimia); las enseñanzas del epeu (cuento), del piam (relato epónimo) y del nütram (relato testimonial). Desde este reino de palabras y de sueños interpela al pueblo chileno y pregunta a su propio pueblo; pero, sobre todo recorre con sentido de cronista y Nütramkafe (narrador-oralitor), la historia colectiva de un pueblo que transita desde la vida en la naturaleza, la ruralidad, a la urbanidad y esto lo hace con infinita ternura y sentido de reclamo y habla de las demandas pendientes, sin renunciar a la conversación. Con ánimo dialogante interroga a la sociedad chilena, honrando el código ancestral de la palabra, del nütram, de la reunión y del respeto como única forma de encontrar el camino de la historia y de hacer valer la dignidad y esencia.
La obra de Elicura Chihuailaf, irrumpe en los años 80, junto a otras voces de la poesía vernácula; es el adelantado de una generación y una época y por lo mismo protagonista de una trayectoria singular; cuyos versos y obra poética están en las páginas de todos los libros de la educación Básica y Media de Chile, un reconocimiento de la crítica y del estado; porque, los valores literarios de su poesía, son universales, solo homologables a los haiku de oriente. Se trata de una mirada necesaria y urgente que ha ensanchado el río de la poesía chilena. Los contenidos y reflexiones profundos del poeta hablan de la Mapu Ñuke, la Madre Tierra, del agua, el cielo y el infinito; cosmogonía y mitos, forma de ver el mundo e imaginario del pueblo mapuche, los hijos de la tierra.
Durante el ejercicio de su oficio de oralitor, ha recorrido innumerables colegios, liceos, bibliotecas, centros culturales, comunidades y universidades tanto en Chile como en el extranjero; a viajado a encuentros literarios, presentaciones de libros y otros conversatorios en todos los continentes, dejando siempre en claro que su poesía tiene origen en el pueblo mapuche y en la urgencia de dar continuidad a un imaginario que transita desde la tradición a la posmodernidad llevando consigo el legado y las esperanzas de una nueva historia, donde se imponga las razones de amor y respeto a la naturaleza con los valores universales y eternos del espíritu humano.
La palabra poética de nuestro peñi Elicura Chihuailaf, nos sitúa frente a la lluvia y a los árboles de la infancia, río de nuestra juventud, la montaña de nuestros anhelos y esperanzas; frente al fogón, con los ojos y oídos de los ancestros nos habla; como un artesano tradicional que ordena el caos del vellón informe y con paciencia teje, frente al witral de las palabras, donde hebras verticales, colores, imágenes y silencios se articulan en una trama multicolor, llenando de significados las sombras de la noche y el día. Pero sobre todo aclarando las ambigüedades y medios tonos del cotidiano; es el poder evocador de su palabra poética, que irrumpió en la poesía chilena como un torrente de aguas cristalinas y azules que bajaron del wenu mapu (cielo) y nos invitan a reencontrarnos con la amplitud estrellada del paisaje social y cultural que Chile recorrerá tarde o temprano.
Por esta razón, el otorgamiento del Premio Nacional de Literatura al poeta-oralitor Elicura Chihuailaf Nahuelpan, es un reconocimiento a una obra extraordinaria y a un poeta que día a día el mundo reconoce como una voz mapuche universal.
Eugenio Salas Olave
Artista Visual, Consultor Patrimonio Cultural