Publicado por: DiarioTiempo21 | jueves 30 de julio de 2015 | Publicado a las: 11:03
Si para muchos adultos su ciudad resulta hoy un espacio hostil y agresivo, qué pensarán los niños y niñas que crecen en ellas, en especial aquellos de grupos vulnerables.
En muchos casos, los menores de 18 años pertenecientes a este grupo socioeconómico, son los más afectados por los niveles de pobreza, violencia y discriminación social que esconden las urbes. No obstante, las instancias que ellos tienen para hacer oír su voz o sus ideas sobre el crecimiento y transformación de la ciudad, son prácticamente inexistentes. Por ello, en el Ministerio de Vivienda y Urbanismo hemos desarrollado una metodología participativa que ofrece a niños y jóvenes una instancia de encuentro, formación y apoyo a sus iniciativas en el ámbito urbano.
Escuchar sus opiniones es un medio eficaz para desarrollar el sentido ciudadano, generando una conciencia cívica en el uso del espacio público. Respecto a esto, la UNICEF señala que favorecer la participación de niñas, niños y adolescentes, ayuda, entre otros aspectos, a la formación de ciudadanos comprometidos. Contar con las recomendaciones de ellos, resulta una herramienta innovadora y fundamental para mirar la ciudad y en la manera de hacer políticas urbanas.
La metodología de los talleres diseñados por el MINVU, denominados «Imaginando la ciudad con las niñas, niños y adolescentes», se encuentran disponibles en minvu.cl y la iniciativa piloto se desarrollará prontamente en la Región de Atacama. La socialización de esta metodología de participación, permitirá por ejemplo a los municipios que así lo deseen, considerar en su planificación urbana las necesidades y deseos de estos grupos y a nivel central, dichas recomendaciones transformarse en uno de los elementos a considerar para la elaboración de políticas y programas en Vivienda y Urbanismo.
La metodología de este programa se inserta en el enfoque del Consejo Nacional de la Infancia. Así también, se enmarcan en el respeto a la Convención de los Derechos del Niño que Chile ratificó en 1990, específicamente respecto a «escucharlos y promover que participen en sus propios asuntos y en los asuntos de su familia, escuela, ciudad y país”.
Entregándoles las herramientas y oportunidades adecuadas, las niñas, niños y adolescentes pueden ser capaces de jugar un rol importante en la creación de espacios públicos atractivos, inspiradores y lúdicos. Algunas experiencias internacionales en este sentido han resultado en iniciativas tales como nuevas ofertas de servicios, plazas, equipamiento urbano y bibliotecas.
Para los niños y adolescentes, sus barrios son los espacios de interrelación social, de producción de cultura y de desarrollo psicosocial, donde definirán su vida cívica. Salvaguardar el ejercicio efectivo de sus derechos constituye un gran desafío y una de las bases fundamentales para avanzar hacia la superación de la desigualdad, de la exclusión y fundamentalmente, para el perfeccionamiento de nuestra democracia.