Un informe reciente del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) reveló que Irán ha aumentado significativamente sus reservas de uranio enriquecido, útil para bombas nucleares.

Según el documento, la cantidad de uranio enriquecido al 60% en Irán llegó a 182,3 kg, lo que representa un incremento de 17,6 kg respecto al reporte de agosto. Este nivel de enriquecimiento está a un paso técnico de alcanzar el 90%, necesario para fabricar armas nucleares.

El informe también señala que la reserva total de uranio enriquecido de Irán asciende a 6.604,4 kg, un aumento de más de 850 kg en dos meses.

Rafael Grossi, director del OIEA, advirtió que estas cifras serían suficientes para fabricar varias armas nucleares si el material se lleva a un mayor grado de enriquecimiento.

Aunque Irán afirma que su programa nuclear tiene fines pacíficos, la falta de cooperación con los inspectores y la ausencia de acceso a equipos de monitoreo retirados en 2022 han generado incertidumbre sobre la naturaleza de sus actividades nucleares.

Durante una visita reciente de Grossi, Irán discutió la posibilidad de limitar el aumento de su uranio enriquecido y se comprometió a permitir el nombramiento de nuevos inspectores experimentados. Sin embargo, aún no se han tomado medidas concretas que brinden garantías a la comunidad internacional.