Publicado por: Claudio Nuñez | jueves 25 de agosto de 2016 | Publicado a las: 16:01
La organización Mujer Impacta realizó su premiación anual distinguiendo a siete mujeres que, a través de su trabajo y entrega desinteresada, están generando cambios positivos en nuestro país.
Una emotiva ceremonia se llevó a cabo el pasado 24 de agosto en el hotel Cumbres de Vitacura, donde se realizó la 4a versión del Premio Mujer Impacta. Esta distinción, que se entrega desde 2013 a mujeres que dan solución a distintas problemáticas del país, homenajeó en esta ocasión a siete chilenas, seleccionadas a partir de más de 80 postulaciones recibidas.
“Mujer Impacta busca y cuenta historias de mujeres para inspirar a más personas a hacer lo mismo. Esta organización nace hace algunos años para contarle a los chilenos y al mundo que, aparte de Gabriela Mistral, Javiera Carrera y otras biografías más que estudiamos en el colegio, en nuestro país viven hoy grandes mujeres que están escribiendo la historia, que a la mayoría no las conocemos, porque no son noticia”, señaló su directora, María Paz Tagle.
“Queremos mostrar que hay mujeres que, algunas siendo mamás, otras el sustento de sus casas, tienen tiempo para impulsar el desarrollo de más personas. Nosotras las bautizamos “Arquitectas de Cambio” porque ellas construyen una realidad donde no existía”, agregó.
Para la Araucanía fue Jessica Rivas, gendarme de Temuco quien obtuvo el premio. En los méritos por este galardón se destaca que dignificó el Centro de Estudios y Trabajo (CET) de la cárcel femenina de San Joaquín, aumentando las plazas de empleo, mejorando los sueldos de las internas, generando una buena relación entre ellas y las gendarmes, y promoviendo su reinserción social. Hoy su desafío está en fortalecer el CET de Vilcún.
Las otras ganadoras del Premio Mujer Impacta 2016 fueron:
Carolina Galaz, artista, Santiago. Creó Taller La Caracola para apoyar a niños en situación de alta vulnerabilidad con arte-terapia. Además, a través de la expresión artística, acompaña y apoya a niños que son pacientes oncológicos, dializados, trasplantados y terminales.
Elizabeth Guzmán, profesora, Pullinque. Dirige la Escuela Rural Pullinque, que cuenta con una mayoría de población mapuche, desarrollando la interculturalidad entre sus alumnos y mejorando los resultados académicos a través del fomento de la lectura. En 2014 logró el segundo lugar nacional en la prueba SIMCE de 2º básico.
María de la Luz Larraín, periodista, Santiago. Fundó la ONG Santa María Debuenafe, a través de la cual entrega microcréditos y asesoría a mujeres en riesgo social de regiones, para que puedan salir adelante. Creó un modelo sustentable que financia los préstamos recaudando fondos con la venta de ropa y artículos usados.
María Magdalena Muñoz, psicóloga, Santiago. Creció en un entorno de vulnerabilidad social sabiendo que debía hacer algo para que otros tuvieran una mejor niñez. Por eso, hace tres años creó la fundación Ideas para la Infancia, desarrollando programas para menores en hogares de acogida y capacitación de profesionales del área social.
Pamela Prett, Buin. Ser madre de dos hijos con discapacidad motora la motivó a crear la corporación Ciudad Accesible, dedicada a promover entornos urbanos que acojan la diversidad funcional de sus habitantes y mejoren su calidad de vida.
Paulina Arellano, abogada, Talca. Su experiencia personal con la adopción la movilizó para ayudar a mujeres con embarazos vulnerables, creando Amigos del Maule por la Vida. Este grupo de voluntarios las acompaña y da apoyo profesional integral durante y después del embarazo, hasta que puedan salir adelante por sí solas.