En lugar de haber revelado al ministro como el gran conductor de los problemas de La Araucanía, el Presidente Piñera vino con el garrote e invisibilizó al ministro de Desarrollo Social, Alfredo Moreno.

Piñera aquí rayó la cancha; que la política de la derecha en La Araucanía es el garrote, porque el proyecto de ley antiterrorista como dije yo, es terrorífico porque todas las medidas que propone no dejan margen para una acción colaborativa.

Es un error que la violencia política tratarla como un problema de orden público. Lo he dicho: es un problema político y si la violencia política acá deriva al problema mapuche, se aplica la ley antiterrorista, preferentemente es en la región de La Araucanía.

Fui intendente y me enfrenté con Burgos políticamente, no personalmente. Me echaron durante su mandato como ministro del Interior y yo contesté a eso con fuerza y di mis argumentos. Hoy día yo soy senador.

Los municipios ayudan mucho al desarrollo y a combatir la pobreza, porque los municipios son el Estado cerca de la gente. Soy partidario de crear muchos municipios. Hay una batería de instrumentos y espero colaborar como senador.

Soy partidario que debe respetarse la Alta Dirección Pública y en consecuencia, la persona que llegó un cargo por Alta Dirección Pública tiene el perfecto derecho a seguir.

Héctor Cárcamo Millar

No lo dice. Pero la cara lo acusa. Rodeados de verde, quilas, hualles, notros y mucho césped, se siente feliz. Dicen que cuando llega a su parcela de Pillanlelbún, no le gusta salir. Se queda allí leyendo, o frente a su computador. Incluso, dicen que cocina.

Pero sin duda, es otro Francisco Huenchumilla Jaramillo desde que salió elegido Senador de la República. No lo dice, pero sabemos que era una vieja aspiración suya. Y para colmo de su buena suerte, gracias a la mayoría oposito del Senado, puso salir electo presidente de su comisión favorita: Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento.

Ahí, se siente a sus anchas, porque puede mirar de frente, con indisimulada sonrisa, a quienes le apuntaron señalando que ya no estaba para cumplir esos sueños. Sin embargo y pese al polémico despido desde la Intendencia Regional, desde esa plataforma, su figura se hizo potente en todo el país, porque convenció a todos menos a la Moneda (año 2015), que los problemas de La Araucanía se solucionaban con diálogo, conversaciones y aceptar que los mapuches los hemos tratado mal históricamente.

Y de eso se convenció también, gran parte de la opinión pública nacional, incluso de sectores de la derecha. Y aunque muchos dicen que no, pero es un gran referente político en el país.

Port eso Tiempo21 fue hasta su parcela en Pillanlelbún, para hablar de las primeras semanas del gobierno, del ministro de Desarrollo Social, Alfredo Moreno, de la Ley Antiterrorista, Carabineros, Mahmud Aleuy, de la Presidenta Bachelet y de quienes se quieren “apernar” en los cargos políticos.

De Plan en Plan…

Primero, tuvimos en la primera administración de Piñera, el plan que se llamó Araucanía 7 y que fue impulsado por el intendente de la época, Andrés Molina, hoy diputado. De ese plan, ¿qué rescataría o que rescató?

-Efectivamente ha habido muchos planes a lo largo de estos años… mire… tiendo a tener buena voluntad con las personas que participa en comisiones de estos planes porque es gente que tiene buenas intenciones respecto a La Araucanía. Pero, desde el punto de vista político, evidentemente que han sido planes in suficientes. La situación de La Araucanía no se va a arreglar con un plan más o un plan menos a menos que sea un plan de naturaleza política impulsado por el gobierno central, porque los problemas de La Araucanía requieren decisiones al más alto nivel, como reforma constitucional, legales, de inversión pública, diálogo con todos los sectores (…) se requiere diálogo político, algo más que planes de los que hemos tenido hasta la fecha.

Pero después vino el 23 de junio de 2017, cuando la Presidenta Bachelet pidió perdón al pueblo mapuche y presentó El Plan de Reconocimiento y Desarrollo de la Araucanía, donde trabajó mucha gente…

-Por eso, me refiero a todos. Hasta la última que presidió el Obispo Vargas, con todas estas comisiones trato de ser un poco indulgente con ellos porque con todos los elementos constitucionales, legales y políticos creo que no vamos a avanzar.

Paso Araucanía 7, después el plan de la Presidenta Bachelet y ahora, se anuncia que el ministro de Desarrollo Social, Alfredo Moreno, y para ello, se estaba contactando con personajes del empresariado, políticos del oficialismo y la oposición y de la sociedad civil. ¿A usted lo han llamado acerca de esta comisión?

El “garrote” de Piñera

-… Es que creo que el ministro Moreno tuvo su debut y adiós porque el Presidente Piñera aquí sumergió al ministro Moreno porque en lugar de haber revelado al ministro como el gran conductor de los problemas de La Araucanía, el Presidente Piñera vino con el garrote e invisibilizó al ministro Moreno. Pasó el ministro Moreno y sus posibilidades a un tercer plano, porque cuando vino el Presidente, de lo que se habló y discutió en Chile fue de la ley antiterrorista y del ministro Moreno nunca más se supo. Fue un error del gobierno con su puesta en escena comunicacional de lo que hizo el Presidente Piñera en La Araucanía.

Antes del cambio de mando vino el ministro de Desarrollo Social y conversó con distintas personas del mundo político y empresarial, entre ellos usted ¿qué impresión le dejó?

-Tenía en mente conversar con todos los sectores y hacer un plan central e integral de la región. El entendía que hay elementos políticos, legales, de desarrollo e inversión. Por eso a mí me causó una buena impresión y lo dije por la prensa. Probablemente él puede ser un gran ministro…

-Se comenta que puede ser el próximo candidato presidencial de la derecha, en su aspiración de gobernar al menos unos ocho años…

-Pero lo están tratando harto mal… puede ser un gran ministro pero cuando viene el Presidente y simplemente borra de un plumazo el protagonismo del ministro Moreno … no sé hoy con quien hay que hablar, parece que hay que hablar con el ministro del Interior (Chadwick) porque parece que la política del gobierno es de seguridad y de mano dura.

¿Y eso cree usted que desperfiló a la comisión que busca crear el ministro Alfredo Moreno?

-Lo desperfiló completamente al ministro Moreno y su plan. Hoy, ¿Se habla del ministro Moreno y su plan Araucanía? Nada. Hoy se habla de las penas, de los delitos, del terrorismo, esa es la discusión pública nacional. Por eso digo yo que partió mal por acá el gobierno. Fue un error político.   

Todos sabemos que el Presidente Piñera no se puede contener en algunos escenarios, pero sin embargo, con el clima que se ha creado en la región, ¿habrá espacio para el diálogo y construir entre todos el país que queremos, cómo ha llamado el Gobierno?

-Estamos en duda con eso. Estamos en duda de cómo va a seguir esto porque con esto queda poco margen de maniobra hasta el propio intendente, porque Piñera aquí rayó la cancha; que la política de la derecha en La Araucanía es el garrote, porque el proyecto de ley antiterrorista como dije yo, es terrorífico porque todas las medidas que propone no dejan margen para una acción colaborativa. Es un grave error político del Gobierno.

Con el tiempo entenderá…

Felipe Kast dijo que usted se equivoca cuando trata de poner al pueblo mapuche como destinatario de las modificaciones a la Ley Antiterrorista y que usted debe tener cuidado de no estigmatizar  ¿qué le responde?

-Creo que Felipe Kast está conociendo de a poco a La Araucanía y los problemas que tenemos acá, que se arrastra desde hace muchos años. Esto mismo lo he dicho en todos los gobiernos. No es que yo ahora, por el gobierno de derecha, esté en desacuerdo con lo que hace. Esta misma crítica la he hecho en los últimos 20 años respecto de que es un error que  violencia política y tratarla como un problema de orden público. Lo he dicho: es un problema político y si la violencia política acá deriva al problema mapuche y donde se ha aplicado la ley antiterrorista en Chile, preferentemente es en la región de La Araucanía. Es aquí donde vino el Presidente Piñera y llegó a un acuerdo con los huelguistas de hambre, luego que intervinieron varios obispos. El Presidente Piñera modificó a la Ley Antiterrorista en su gobierno anterior; y vino a La Araucanía para decir que los problemas en La Araucanía los iba a solucionar con la Ley Antiterrorista y esta modificación. Yo no estoy suponiendo nada. Son los propios gobiernos que han estigmatizado mediante la Ley Antiterrorista al pueblo mapuche, como un problema de orden público y de seguridad. No han querido entrar al fondo del tema. Con el tiempo, seguramente, Felipe (Kast) va a entender estos temas.

Uno de los primeros pasos del Presidente Piñera apenas asumir, fue descabezar el generalato del Cuerpo de carabineros. ¿Está conforme con los cambios de generales impulsados por la Moneda?

-Bueno, con Carabineros tenemos un problema y también con ellos en La Araucanía. Todo está relacionado porque la operación Huracán fue aquí, con dirigentes mapuches. Carabineros se auto infligió una propia derrota con sus acciones frente al gran prestigio que tenía en la ciudadanía y hoy, ese prestigio, está por el suelo pero por una derrota auto infligida porque el fraude de miles de millones de pesos se hizo internamente y la operación Huracán de montaje de pruebas la hicieron los propios Carabineros. La institución rompió aquello tan apreciado por todo el mundo en un estado de derecho que es la confianza y la credibilidad en las instituciones. Eso hoy no existe. Siempre dije que el déficit del gobierno de la Presidenta Bachelet era la gestión política y el problema incide directamente en La Araucanía y también señalé antes que asumiera el Presidente Piñera, que debería tomarse medidas con Carabineros; después, cuando el Presidente toma medidas, digo que son medidas que van en dirección correcta porque en carabineros hay que hacer cirugía mayor y se parte por nombrar a un nuevo general director, quien está tomando las medidas. Por lo tanto, eso va en el camino correcto pero tendrán que venir después medidas de todo tipo, imagino que vendrá una modificación a la Ley Orgánica de Carabineros; a cambiar la naturaleza del trabajo de carabineros, más preventivo, más controles, ser transparentes, decir qué pasó, Este es un tremendo problema que nos afecta como región.

Bachelet se equivocó

Usted ha señalado que se equivocó la Presidenta Bachelet, en el caso de carabineros, por no tomar medidas oportunas. El subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy y la misma Presidenta establecieron una suerte de protección de anteriores generales directores. ¿Se equivocó también Mahmud Aleuy?

-Se equivocó el Gobierno, porque Mahmud Aleuy era un subsecretario….

-Pero senador, todos sabían que quién era el más cercano a la Presidenta, quien mandaba era él…

-Sí, pero no se manda solo. Nadie se manda solo en esos niveles. En esos niveles son las decisiones de Gobierno, ahora, si la Presidenta hace más caso a uno que a otro, bueno, eso forma parte de las influencias que pueden tener distintos personeros en el Gobierno. Aquí no es Aleuy, sino un Gobierno encabezado por una Presidenta. Y ellos son los responsables de eso.

Antes del ministro Fernández, estuvo Jorge Burgos, ambos camaradas suyos. Burgos lo despidió y vino acá con una disposición opuesta a la suya. Trajo tanquetas y vehículos blindados para la represión policial. ¿Le sigue doliendo esa actitud de su camarada?

-No entra en mi categoría que me duela o no me duela. Fui intendente y me enfrenté con Burgos políticamente, no personalmente. Me echaron durante su mandato como ministro del Interior y yo contesté a eso con fuerza y di mis argumentos. Y hoy día yo soy senador, quiere decir que tenía cierto respaldo en la gente para decir lo que dije y sigo pensando que el gobierno de la Presidenta Bachelet se equivocó con sus distintos ministros, entre ellos, el ministro Burgos.

Recuerdo que cuando usted era intendente, en una ocasión vino el subsecretario Aleuy y en esa oportunidad se habló del Seguro Araucanía, hoy con existencia legal y conocida como Seguro Global y abierta a todo el país para las víctimas de la violencia. ¡Es una buena medida?

-Creo que hay que reparar a las víctimas, eso es una obligación del Estado y siempre lo señalé así. Para algo tenemos estado, seguridad para sus habitantes. Si hay víctimas en hechos, el estado tiene que indemnizar. Ahora la forma jurídica o los instrumentos financieros que tomen eso, son fórmulas de los abogados y los economistas.

Chilenos ricos y pobres

Hemos visto que este seguro lo está contratando mucha gente. Ha crecido Congreso algunas medidas de mayor beneficio a la población nacional? No estoy pensando solo en el caso de mapuches, sino también en los sectores más vulnerables.

-Entramos en otro tema: la situación económica del país. Hoy no estamos en las mismas condiciones que en el año 90. El país ha progresado y ha tenido un gran nivel de desarrollo pero al mismo tiempo tenemos un país profundamente desigual, injusto y donde aun tenemos más de dos millones de pobres y una clase media en la incertidumbre.

Pero también en la revista Forbes se publica todos los años, con más nombres de chilenos entre las grandes fortunas del mundo…

-Tenemos el problema de la profunda desigualdad en Chile y eso es una de las cuestiones pendientes y que como senador voy a participar en todas los proyectos de ley que mande el gobierno y estaremos atentos con nuestra visión de cómo debe ser el país en materias de impuestos, salud, educación, descentralización, o creación de nuevos municipios. Los municipios ayudan mucho al desarrollo y a combatir la pobreza, porque los municipios son el Estado cerca de la gente. Soy partidario de crear muchos municipios. Hay una batería de instrumentos y espero colaborar como senador.

Tribunal Constitucional

El reciente fallo del TC por el artículo 63 anulado por el TC, dejó a sectores de la Nueva Mayoría y de la DC muy molestos. Hablemos derechamente: el Tribunal Constitucional va a ser una moneda de cambio para discutir una agenda legislativa con el Gobierno.

-Soy partidario de tener en Chile un tribunal Constitucional; del control de la constitucionalidad por un organismo objetivo, externo, de alto nivel.

¿Y no podría ser ese tribunal un organismo asesor del Congreso?

-No. La experiencia internacional señala que tiene que ser un organismo autónomo, externo, que hace un control de constitucionalidad de las leyes y para mí las referencias son las cortes constitucionales europeas y fundamentalmente la corte constitucional alemana, que es un ejemplo de cómo las cosas se hacen bien. En América tenemos la corte constitucional colombiana, que funciona muy bien. El problema que tenemos en Chile, es que esta corte constitucional tiene la herencia de la dictadura, donde se hace un cuoteo político en la designación de los miembros y este tribunal está politizado. Si seguimos con este tipo de nombramientos, nos encontraremos con fallos netamente político como éste que señalas. Es un fallo de mayoría política. Segundo: tenemos un tribunal que se ha excedido en sus atribuciones y también demasiadas en el control y de hecho se ha convertido en una tercera cámara legislativa. Por supuesto que se requiere una nueva constitución y específicamente, un Tribunal Constitucional a otro nivel y no el que tenemos hoy, que nos está dividiendo desde el punto de vista político, que se está metiendo en las atribuciones del poder legislativo. Esto socava en las instituciones del país y vamos a empezar a no creerle y cada vez va a ser más conflictivo. Este va a ser uno de los grandes temas… así va ser nuestra lucha desde el Senado, para que tengamos una modificación del Tribunal Constitucional.

Qué es primero: ¿una nueva Constitución para reformar el Tribunal Constitucional o empezar por este último?

-Chile necesita una nueva constitución. Evidentemente. Pero para que exista una nueva constitución se requiere un acuerdo de todos los sectores y eso no es fácil. Por lo tanto, si no tenemos una nueva constitución habrá que hacer modificaciones parciales y entre los cuales está el tribunal Constitucional.

¿Esta es una convicción de Francisco Huenchumilla en su calidad presidente de la Comisión de Constitución del Senado o ya existen conversaciones con otros miembros de la cámara alta?

-Algo hemos conversado y probablemente la próxima semana vamos a conversar más fondo el tema. Es una postura mía en términos personales pero existe el ambiente en senadores de oposición para entrar en este tema.

Sabemos la posición de la NM, pero los senadores de la DC están dispuestos de conversar este tema?

-Por supuesto. Los cinco senadores estamos disponibles para eso y una reforma constitucional puede ser presentada perfectamente por nosotros. No necesitamos la venia del ejecutivo pero necesitamos los votos de la derecha, para que esto funcione porque tiene un quórum altísimo, un poco menos de dos tercios.

Que se vayan…

Mucha discusión hay en el ambiente regional, luego de la decisión de los jefes de servicios regionales, que no han renunciado, pese a la petición de autoridades y parlamentarios de gobierno. La razón, dicen, es que llegaron a esas jefaturas luego de ganar un concurso de Alta Dirección Pública. ¿Le parece bien?

-La Alta Dirección Pública fue creada precisamente para evitar que, con los cambios de gobierno, pudieran haber una ‘caza de brujas’ y también el objetivo que se tuvo, fue profesionalizar ciertos niveles del Estado mediante concurso de personeros de alto nivel y por eso se llama así. Soy partidario que debe respetarse la Alta Dirección Pública y en consecuencia, la persona que llegó un cargo por Alta Dirección Pública tiene el perfecto derecho a seguir. Ahora, los que llegaron a un cargo por confianza política en los respectivos gobiernos, esa persona tiene que renunciar. Su gobierno terminó, la ciudadanía eligió otro gobierno y en consecuencia, hay que dejar que el nuevo gobierno instale a su gente. Tiene perfectamente el derecho a eso.