Publicado por: Claudio Nuñez | domingo 25 de junio de 2023 | Publicado a las: 10:37
Escribe: Jaime Cabrera, Director en Human Hub
En los últimos años, hemos sido testigos de importantes avances en la lucha por los derechos de la comunidad LGTBIQ+. Sin embargo, aún queda mucho por hacer, especialmente en el ámbito laboral.
¿Cómo podemos aportar en esta lucha desde lo laboral? Es fundamental que las empresas y compañías asuman la responsabilidad de ejecutar políticas y establecer protocolos sobre diversidad e inclusión LGTBIQ+. Este tipo de medidas fomentan la creación de un espacio seguro y respetuoso para todas las orientaciones sexuales e identidades de género.
De acuerdo a los resultados de Equidad CL, índice corporativo pionero en Sudamérica, llevado a cabo por la red de empresas Pride Connection junto a Fundación Iguales y Human Rights Campaign (HRC), un total de 57 organizaciones en Chile lograron ser reconocidas como Mejores Lugares para Trabajar para el Talento LGTBIQ+.
Un total de 157 empresas participaron respondiendo esta encuesta -un 6% más que la convocatoria del año pasado- y cabe decir que los pilares en lo que se basó esta medición son: política de diversidad e inclusión implementada en nuestro país; competencia organizacional para el logro de espacios laborales saludables y respetuosos; programas de entrenamientos y de educación/sensibilización sobre diversidad e inclusión LGBTIQ+; iniciativas organizacionales con foco LGBTIQ+ en materia de beneficios y acciones fuera de lo que el marco legal dispone; y compromisos públicos con la comunidad LGBTIQ+ local, según dio a conocer Fundación Iguales.
Es importante señalar que el éxito de esta medición, Equidad CL, permitió que el programa también se esté realizando en países como Argentina, Brasil y México.
En esa misma línea, una primera medida que puede adquirir una empresa que busca mejorar sus estándares de inclusión, es fomentar la realización de charlas y capacitaciones, en las que se generen espacios de diálogo, para que todos los equipos de las organizaciones puedan comprender que el respeto y la no discriminación deben ser la norma.
Una verdadera y correcta implementación de estas medidas requiere de un compromiso real por parte de las empresas, así como de la colaboración y la formación constante. Al hacerlo, se crea un ambiente laboral más humano, inclusivo y respetuoso, que beneficia tanto al equipo de trabajo como a la organización en su conjunto.