Publicado por: Claudio Nuñez | jueves 2 de junio de 2016 | Publicado a las: 12:15
Por: Carlos Inostroza Carrasco
Periodista Patrimonial
Hace aproximadamente un año se iniciaron las obras de restauración del patrimonial templo “San Francisco” de la ciudad de Traiguén, el cual se encontraba muy deteriorado debido a su antigüedad y al deterioro sufrido por el terremoto del año 2010.
Este templo, ícono de la ciudad denominada El Granero de Chile, fue mandado a edificar por el padre español Fray Pedro Fernández y los trabajos de construcción comenzaron en 1886 y finalizaron el año 1892.
Con una marcada arquitectura de estilo Neoclásico con una nave central abovedada de cañón corrido y dos laterales, su espacialidad representa la edificación de los franciscanos, caracterizada por su simetría y jerarquía. En su construcción de albañilería, destaca su atrio coronado por la presencia de columnas en su acceso y una mezcla con madera en sus detalles interiores de iconografía religiosa en su bóveda central.
Lo llamativo fue que después de acontecido el terremoto del 2010, la idea de mejorar esta estructura nació desde la propia comunidad, quienes gracias a su preocupación lograron reunir 33 millones de pesos. Gracias a este esfuerzo ciudadano liderado por la Comisión Pro Restauración encabezada por el párroco Pbro. Luis Barrientos, el ingeniero Carlos Garrido, el abogado César Garrido y el arquitecto, Cristián Rodriguez, se decidió ir en busca de mayores recursos y fue así como postularon al Fondo de Patrimonio del Consejo de la Cultura y las Artes, el cual se adjudicaron. Así se logró definitivamente tener 66 millones de pesos para esta recuperación.
Uno de los artífices de este logro es el arquitecto Cristián Rodriguez, quien manifestó que ha sido una gran tarea la que se ha logrado junto a la comunidad, ya que es muy importante poder recuperar estos inmuebles que datan de fines del siglo XIX. “Cada día son menos las edificaciones que se encuentran en pie, por lo que se hace necesario crear conciencia en la comunidad y en los futuros arquitectos, sobre la obligación de preservar un patrimonio que cada día es más escaso”.
Sin duda, muchas de las ciudades de la Araucanía cuentan dentro de su patrimonio templo religiosos, reflejo de una arquitectura única, tremendamente valorada por la comunidad y de la cual poco se conoce, por ello es tremendamente importante su puesta en valor.