El cáncer colorrectal, uno de los tumores más comunes en el mundo, ha mostrado un alarmante crecimiento entre las personas menores de 50 años. Durante la última década, la incidencia de este tipo de cáncer ha aumentado en un 2% anual, lo que ha llevado a los expertos a explorar nuevos factores de riesgo, más allá de la edad cronológica.

Investigaciones recientes revelan que el envejecimiento acelerado, impulsado por factores como la obesidad, el consumo de alcohol y el sedentarismo, puede ser un determinante clave en la aparición de pólipos colorrectales, precursores del cáncer.

El análisis de la metilación del ADN, una técnica epigenética avanzada, ha demostrado que un envejecimiento biológico prematuro incrementa en un 16% el riesgo de desarrollar estos pólipos en personas jóvenes. Este hallazgo subraya la importancia de incorporar la medición de la edad biológica, más allá de los años vividos, en los programas de prevención y detección temprana del cáncer colorrectal.

En cuanto a los factores de riesgo, los estudios indican que el sexo masculino es un determinante relevante, lo que abre la puerta a estrategias preventivas más personalizadas.

Además, en América Latina, donde las desigualdades en el acceso a la salud son evidentes, las tasas de mortalidad siguen siendo altas, lo que hace aún más urgente la necesidad de mejorar las herramientas de diagnóstico, como la inteligencia artificial y la epigenética, para detectar casos en sus etapas más tempranas.

Por último, los expertos coinciden en que, junto a la investigación avanzada, se debe promover un cambio en los hábitos de vida, como una dieta más saludable y la práctica regular de ejercicio, para reducir el riesgo. Las estrategias integrales de prevención son fundamentales para frenar esta creciente amenaza, especialmente en las poblaciones más jóvenes.