Publicado por: Claudio Nuñez | martes 30 de marzo de 2021 | Publicado a las: 11:45
Tras la detención de 22 personas por una fiesta clandestina en Angol durante toque de queda, entre ellas civiles y militares, el Ejército decidió expulsar a 14 de sus miembros por estar involucrados en el hecho.
Fue el coronel Manuel Provis, comandante del Regimiento Caballería 3 Húsares de Angol, quien manifestó que 13 de los aludidos corresponden a soldados de tropa profesional y un clase, siendo sorprendidos por Carabineros «en una reunión social no autorizada».
«El regimiento, tras recopilar los antecedentes necesarios, estableció que los soldados y el clase transgredieron las disposiciones sanitarias del COVID-19, así como también cometieron faltas graves a la disciplina de las Fuerzas Armadas», destacó.
Asimismo, la autoridad militar enfatizó se decidió «separarlos de sus funciones» pese a que esto «no los exime de las responsabilidad penales que decreten los tribunales de justicia».
El Ejército condenó este tipo de situaciones, aseverando que no corresponden a acciones de representantes de las Fuerzas Armadas.
«Rechazamos enérgicamente este tipo de hechos. Se alejan de la conducta que deben regir a un militar y empañan el esfuerzo que hace más de un año hemos demostrado los efectivos del Ejército para combatir la pandemia», sentenció.