Publicado por: Claudio Nuñez | domingo 4 de abril de 2021 | Publicado a las: 08:00
La modernidad y la tecnología hacen su aporte en este conflicto de miles, millones de chilenos, porque además del mal funcionamiento con público presencial, es normal la ocurrencia de “caídas del sistema” y requerir información a través de sus plataformas digitales resulta una lotería, porque finalmente, los clientes cejan en sus intentos y deciden realizar una larga, latosa y estresante fila en las puertas del banco de todos los chilenos.
El anuncio de cambio de tarjetas Cuenta RUT de BancoEstado provocó que muchos de los usuarios se dirijan a las sucursales de la entidad para renovar sus plásticos, provocando largas filas en todo el país. La escena se repitió en oficinas de Santiago como en todas las regiones y oficinas del “Banco de todos los chilenos”, como se insistido majaderamente.
Los puntos de atención presentaron una gran afluencia de personas provocando molestia y preocupación en los asistentes, ante posibles focos de contagios de covid-19. Por medio de videos publicados en redes sociales, los usuarios han dejado en evidencia la gran cantidad de gente aglomerada.
Pero, desde fines del año se está exigiendo el cambio del plástico por una más segura. Se está exigiendo el cambio del plástico y aquí que viene la molestia de miles de jubilados y de todas las edades: las largas filas de clientes deben esperar horas para ser atendidas por ese eufemismo que llaman “Atención al cliente”.
La “bendita atención” de BancoEstado durará hasta diciembre porque el plan de cambio de la tarjeta de débito de la Cuenta Rut es un proceso gradual y paulatino. “Existe un plan, desde 2019, en el cual BancoEstado viene realizando un proceso paulatino de recambio de tarjetas de banda a chip, a fin de mejorar la seguridad de nuestros clientes”, explicó Ricardo de Tezanos, presidente de la entidad, en un comunicado público emitido a fines de septiembre.
Pero lo observado en las oficinas de BancoEstado, en calle Bulnes y en Avenida Alemania en el caso de Temuco son largas filas de clientes, situación que se viene registrando desde el año pasado. Por la pandemia que nos afecta, BancoEstado ha tomado una serie de medidas de seguridad pero solo para sus empleados, importándole un rábano las aglomeraciones de personas en sus puertas.
Son al menos tres a cuatro horas de espera.
Luego comenzará el invierno y si no se remedia pronto, adultos mayores y jóvenes deberán esperar al frío y bajo la lluvia, mientras que en el interior sus empleados están secos, abrigados y con aire calefaccionado.
Al respecto, cabe una pregunta: ¿Habrá observado alguna autoridad nacional, regional o parlamentaria, lo que sucede con “los dueños de BancoEstado”, es decir los chilenos?. Creemos que ninguno de ellos se ha percatado de esta materia y debe ser porque todos ellos son clientes de otros bancos, especialmente privados.
La modernidad y la tecnología hacen su aporte en este conflicto de miles, millones de chilenos, porque además del mal funcionamiento con público presencial, es normal la ocurrencia de “caídas del sistema” y requerir información a través de sus plataformas digitales resulta una lotería, porque finalmente, los clientes cejan en sus intentos y deciden realizar una larga, latosa y estresante fila en las puertas del banco de todos los chilenos.