Un estudio sueco publicado en la revista “Sleep” afirmó que cuando dormimos lo suficiente, estamos protegiendo la memoria a largo plazo contra el estrés.

El informe reveló que cuando las personas duermen muy poco y se ven sometidos a situaciones estresantes, sus puntuaciones en pruebas de memorias posteriores eran menores.

Los investigadores de la Uppsala Universitet hicieron que 15 adultos jóvenes aprendieran la ubicación de 15 parejas de cartas en la pantalla de un ordenador, después de lo cual pudieron dormir ocho horas en una sesión y cuatro horas en otra. Un día después, se les pidió que recordaran la ubicación de tantas parejas de cartas como pudieran. La media noche de sueño no produjo ningún impacto sobre el rendimiento en esta prueba, pero después se sometió a los participantes a una situación de estrés durante 30 minutos (por ejemplo, tener que recordar una lista de palabras recién aprendida con exposición a ruido) y volvió a realizarse la prueba. Los que solo habían dormido media noche recordaron aproximadamente un 10 % menos de parejas de cartas que los que habían dormido ocho horas y que tuvieron un rendimiento igual que antes de la situación de estrés.

De esta investigación se desprende que ir bien descansado a situaciones estresantes que ameriten memorización de información, como los exámenes, es una garantía de éxito.